Tusquets lanza un nuevo libro, en español por lo menos, del incanzable e inalcansable Murakami. Uno de los tres autores favoritos en Tierraliteraria. (Ya saben cuáles son los otros dos, ¿no?). A conseguir otro libro del japonés, cueste lo que cueste. Aquí la nota en ADN cultura:
En el prefacio, Haruki Murakami define De qué hablo cuando hablo de correr , título inspirado en su venerado Raymond Carver, "como una especie de ´memorias´ que giran en torno al hecho de correr".
El escritor japonés deja bien en claro que se toma este deporte en serio. Comenzó veintiocho años atrás y tiene un promedio de diez kilómetros diarios seis días a la semana. Es un habitual participante de maratones, se atreve al triatlón y en una ocasión probó el desafío de una ultramaratón (cien kilómetros en un día).
Murakami dedica algunos pasajes a la música que escucha mientras corre. Por lo general elige rock y uno de sus discos predilectos es Reptile . Al son de ese CD de Eric Clapton -comenta- sus piernas "se ven impulsadas rítmica y regularmente hacia delante". Otros temas van surgiendo de modo natural: el tipo de zapatillas que usa, el clima, el paisaje, su tendencia a engordar, su alimentación, el factor de la edad en el rendimiento o los corredores que se cruza en el camino.
El ensayo incluye un repaso sobre distintas etapas de su vida y un análisis de diferentes aspectos de su personalidad, como su inclinación a la soledad o su inadecuación a los deportes de equipo. Desde el punto de vista narrativo, el tramo más atrayente del volumen se ocupa de los agobiantes kilómetros que recorrió de Atenas a Maratón, en pleno verano.
Además, hay numerosas reflexiones sobre el hecho de escribir. "El novelista (al menos el que aspire a escribir una obra larga) -afirma- debe ser capaz de mantener una concentración diaria durante un largo lapso de tiempo, sea medio año, uno, o dos."
Los apuntes del libro, que trae una serie de fotos del autor de Crónica del pájaro que da cuerda al mundo en acción, conforman el autorretrato disperso de una persona voluntariosa y disciplinada, en competencia consigo misma.
"Ir consumiéndose a uno mismo -concluye Murakami-, con cierta eficiencia y dentro de las limitaciones que nos han sido impuestas a cada uno, es la esencia del correr y, al mismo tiempo, una metáfora del vivir (y, para mí, también del escribir)."
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