El abogado alemán Jens Bemmel, secretario general de la Asociación Internacional de Editores (International Publishers Association), con sede en Suiza, visitó hace pocos días el país, por invitación de la Cámara Colombiana del Libro, para ayudar a sus asociados a esclarecer el controvertido tema del Acuerdo Google y hablar sobre el precio único del libro y las nuevas tecnologías.
El directivo comentó, entre otros temas, que el Acuerdo Google deberá ser una negociación individual que deberán adelantar los afectados con la multinacional estadounidense y que el precio único del libro ayudaría a la mejora de la lecturabilidad.
Además, se mostró expectante frente a los nuevos formatos digitales de presentación y distribución del libro.
¿Por qué Google digitalizó libros sin el permiso de los autores?
Recordemos que una de sus misiones es la de recolectar y hacer accesible el mundo a toda la humanidad. Y en eso, obviamente, están presentes los libros. Al fin de cuentas, los fundadores de Google eran precisamente estudiantes de bibliotecología.
Y entonces, ¿en dónde queda la Convención de Berna en este proceso?
Este convenio es la protección fundamental de los derechos editoriales en el mundo. Uno de los fundamentos de esta convención es la autorización previa al que tiene los derechos sobre un libro. Google pone esto en tela de juicio.
¿Cómo afectará esto a los autores colombianos?
Para un autor y un editor lo peor que puede pasar es que no le presten atención. Google está acogiendo las obras. Es preferible esto a que Google no se interese en ellas. La problemática principal radica en el control: ¿cómo se van a utilizar y a presentar?
¿Han pensado en negociar en conjunto con Google?
No. Es una decisión que cada editorial tiene que tomar por sí misma. El Acuerdo Google no se hace con asociaciones de editores; es una decisión que cada autor y editor tiene que pensar y tomar.
Precio único del libro
¿Qué busca el precio único en los libros?
Creo que para que exista una sociedad letrada los libros deben ser accesibles a todos. Es decir, deben estar en todas partes (supermercados, estaciones de gasolina), no sólo en librerías, y también a la mano en términos de precios. Muchos de los pequeños libreros murieron porque los grandes no los dejaron sobrevivir. Las pequeñas editoriales tienen que poder competir con las grandes librerías y ahí es importante que los libros mantengan un precio estable.
¿Qué está pasando a nivel mundial?
Aunque el concepto causar controversia en algunos países que apoyan el libre mercado, no cabe duda que los estados que han acogido el precio único han visto una forma exitosa de promover y mejorar su lecturabilidad.
¿Cuál es su percepción sobre el libro electrónico y las máquinas de impresión por demanda?
Hay que recordar que las editoriales no son imprentas. Cómo venga el libro físico no es relevante para nosotros. Lo importante es encontrar un término medio entre lo que yo llamo el tecno-entusiasmo y los formatos tradicionales. Aunque creo que son buenos, todavía tienen que afinarse. Le doy un ejemplo. En Irlanda, adoptaron el libro electrónico en varios colegios. A profesores, padres y alumnos les encantó el aparato, pero, al final del año se dieron cuenta que tenían un índice de destrucción del 210 por ciento. Esto acarrea un costo educativo difícil de sostener.
¿Estas nuevas tecnologías pueden afectar a la industria?
Creo que la puede afectar de formas inesperadas. No creo que vaya a reemplazar los libros físicos totalmente. Sin embargo, el libro electrónico también trae nuevas oportunidades. Así como la radio o el cine crearon nuevas formas, nuevos lenguajes, así mismo el libro electrónico va a adquirir una dinámica propia, que esperamos con expectativa.
¿Quién va a ganar con estos nuevos modelos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario