ERIAL
Estos días son desiertos
la calle desolada y larga crece
entre lluvias de polvo y se desborda.
Rumores de palabras
que fueron dichas, olores de ausencias.
Todos se van
nunca han estado
el tráfago de otros días parecía traerlos
entre la valía de los objetos se escuchaba hablarlos
el hombre, la mujer
el comerciante, el carnicero
el borracho.
Se escuchaban saludos
risas
preguntas de dinero,
no estaban
eran hablados.
El pecho estaba tranquilo
y hoy hay un dolor más para el dolor.
Los linderos de montañas
pétreas, tan endurecidas
encierran la ciudad y allí las preguntas
viniendo desde años
otros cuerpos y costumbres
otros ropajes y acentos,
luces refractadas en filamentos metálicos
tras el pensamiento que es una sombra triste.
Medios hombres
vacíos de guerras,
negación de la crueldad de hablar con fantasmas
y el llanto que se ha vuelto un habitante
mal disimulado en las arrugas
del alma.
No comer
no fumar como de costumbre
y saber que a la estación de los días llegaron dueños
vendedores de verdades y promesas de amores
libertades y mañanas distantes.
¿Cuál es el sentido de la existencia?
crecer como el grito solitario en la noche
pagar tus impuestos y ser un buen ciudadano
la guerra te llegará por descontado con los días;ponte el saco apretado y camina
a donde te necesiten quienes no conozcas
tómate algo para el cansancio
el sudor y la palidez de la sangre.
13.8.10
Poema del Viernes # 32
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