El canadiense Michael Ondaatje es uno de los invitados principal en el Hay. Reconocido mundialmente por la novela El paciente inglés. Luis Fernando Charry hace un perfil del escritor en la revista Cambio:
Algunos novelistas vienen de la poesía. Y tal vez está bien que así sea. En el caso de Michael Ondaatje (nacido en Sri Lanka en 1943, pero canadiense por adopción), la inclinación poética es inocultable: sus tres primeros libros -Los monstruos cotidianos (1967), El hombre con siete dedos en los pies (1969) y La rata (1973)- son de poesía y fueron elogiados en su momento por la crítica. Este influjo poético se extiende hasta sus obras de ficción, donde las representaciones visuales (que tienen cierto aire del surrealismo) se mezclan con una prosa cuidada, llena de sutilezas. Entre sus novelas más representativas se encuentran En la piel de un león (1987), El fantasma de Anil (2000) y Divisadero (2007). En esta última, que abarca más de cien años, sobresalen algunas viejas obsesiones del autor: la cultura norteamericana, el desarraigo geográfico y la pericia para entrelazar diversas historias.
Desde luego, en este repaso bibliográfico no podemos olvidar El paciente inglés (ganadora del prestigioso Booker Prize de 1992). En el prólogo a la edición conmemorativa del libro, el director de cine Anthony Minghella, cuya adaptación fue premiada con nueve Óscares, señaló: "Es un poema disfrazado de novela. Te arrastra a sus misterios y obsesiones, te hace señas con sus hechizos y elipsis, su extraña arquitectura, su formalidad y su astuto humor. Y entonces te rompe el corazón. La estructura de esta novela nos recuerda que la historia -tanto la pública como la privada- es un mosaico, y que los artistas se encargan de unir sus fragmentos para sugerir patrones y significados, para ayudarnos a encontrar el sentido de nosotros mismos". A partir del éxito de la película, Ondaatje ha obtenido un mayor reconocimiento internacional y su nombre, junto con figuras de la talla de John Banville o Martin Amis, ha sido frecuentemente citado a la hora de hablar de los grandes renovadores de la novela inglesa.
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