Esta semana, para los que vivimos en Bogotá, ha sido de locos. El paro de transportadores ha vuelto la ciudad un caos un tanto más allá de lo que suele ser todos los días. Todos sobrellevamos las consecuencias: los que tienen automóvil, someterse al levantamiento del pico y placa, y con ello, unos atascos interminables; los que no lo tienen, o bien existe Trasmilenio sin alimentadores, o está la bicicleta, o "treparse" a un camión estacas como cerdos al matadero. También está el de la moto y el del bicitaxi. Y ya que hablo de taxi, los "queridos" taxistas duplican su tarifa, haciendo su agosto en pleno marzo, aunque no todos, debo decirlo. Y en medio de tanta anarquía, en todo el centro, está Coldplay. Sí, la banda. Sí, Chris Martin y su combo. Porque no importa lo que suceda en Bogotá, o en Colombia, ciudad y país de conformistas. Parece que nada nos conmueve, nada nos toca. Quizá lo haga la gran banda inglesa mañana, que se presenta en el corazón de Bogotá, en el parque Ciudad Bolivar. ¿Será éste el escenario para que toque Coldplay? Lo dudo, pero vaya, no hay más. Con razón U2 pasa de largo cuando le nombran Colombia. ¿Se dan cuenta que todo esto lleva a un mismo nombre? ¿A un tal Samuel Moreno? Lo que falta, ahora, cuando el ejército se tomará la ciudad mañana, es que le de al "queridísimo y popular" alcalde cancelar el concierto a minutos de su presentación. Faltaba más. No nos quejemos, si así lo determina. Tenemos el alcalde que nos merecemos. ¿Ya dije que somos una ciudad de conformistas? ¿Ya dije que tengo boleta para mañana, y así sea caminando caminando, capando trabajo y todo ello, iré irremediablemente?
3.3.10
Bogotá sitiada, pero existe Coldplay
Esta semana, para los que vivimos en Bogotá, ha sido de locos. El paro de transportadores ha vuelto la ciudad un caos un tanto más allá de lo que suele ser todos los días. Todos sobrellevamos las consecuencias: los que tienen automóvil, someterse al levantamiento del pico y placa, y con ello, unos atascos interminables; los que no lo tienen, o bien existe Trasmilenio sin alimentadores, o está la bicicleta, o "treparse" a un camión estacas como cerdos al matadero. También está el de la moto y el del bicitaxi. Y ya que hablo de taxi, los "queridos" taxistas duplican su tarifa, haciendo su agosto en pleno marzo, aunque no todos, debo decirlo. Y en medio de tanta anarquía, en todo el centro, está Coldplay. Sí, la banda. Sí, Chris Martin y su combo. Porque no importa lo que suceda en Bogotá, o en Colombia, ciudad y país de conformistas. Parece que nada nos conmueve, nada nos toca. Quizá lo haga la gran banda inglesa mañana, que se presenta en el corazón de Bogotá, en el parque Ciudad Bolivar. ¿Será éste el escenario para que toque Coldplay? Lo dudo, pero vaya, no hay más. Con razón U2 pasa de largo cuando le nombran Colombia. ¿Se dan cuenta que todo esto lleva a un mismo nombre? ¿A un tal Samuel Moreno? Lo que falta, ahora, cuando el ejército se tomará la ciudad mañana, es que le de al "queridísimo y popular" alcalde cancelar el concierto a minutos de su presentación. Faltaba más. No nos quejemos, si así lo determina. Tenemos el alcalde que nos merecemos. ¿Ya dije que somos una ciudad de conformistas? ¿Ya dije que tengo boleta para mañana, y así sea caminando caminando, capando trabajo y todo ello, iré irremediablemente?
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