29.10.10

Poema del Viernes # 42


Andrea Cote (Barrancabermeja, Colombia, 1981)


LA RAÍZ

La tierra
la insistencia,
y la flaqueza
también son cosas que odié
y hubo cuando
incluso
yo no quise esta luz,
la misma
inconmovible
intensa
luz que adoro ahora.
Muchacho,
hubo un mal tiempo:
se agotó la templanza de los montes,
se doblegó abril,
y fue entonces
que pensamos
que esa fuerza
era impura.
Odiamos la riada
y el agua que insiste
y las ganas que todo tuvo
de ser río
y de arrancarse.
Odiamos las aves que migraron
y las mujeres bellísimas
que murieron temprano
y las guerras diluviales
sin tiempo fijo
qué no saben cuánto arrastran.

Entiende,
hubo un tiempo muy malo.
Las riadas rindieron la materia
removieron en lo hondo
y te dieron
a ti
una palabra terrible;
dijiste el nombre
de cada cosa que odié
y la lluvia insistió
y el agua fue
la materia más pesada
y salió a flote
por milagro
-por descuido-
la raíz del río ,
la savia del agua,
la raíz del amor.
Supe que fue cierto
dijiste
a tiempo:
Ven,
que también a las cosas que odié
las quiero de mi lado.

27.10.10

Feria del libro para los niños


¿Algún parecido con tu realidad?


Y cómo no, si son ellos los críticos de todo lo que nos rodea. Cómo no voy a saberlo, con una pequeña hija de 4 años y otro en camino. Mi biblioteca poco a poco va dando paso a Raquel Barthe y Elena Dreser... Comienza el IV Festival del Libro Infantil. El Espectador, al respecto, nos cuenta:

Más que brujas, disfraces y dulces, el mes de octubre en Bogotá es para los niños sinónimo de cuentos, ilustraciones y maravillosas historias para perderse. Esto se ha logrado mediante la Feria del Libro Infantil, que se realiza desde hace cuatro años en distintos puntos de la ciudad. Y que ahora, gracias al trabajo de las distintas entidades que colaboran, estará en otras capitales como Pasto, Armenia, Pereira, Cúcuta, Tunja, Ibagué, Bucaramanga, Piedecuesta, Leticia, Santa Marta, Medellín, Cali, Montería, Manizales, Quibdó, Florencia, Soacha, Popayán, Valledupar, entre otras.

Con la presencia de escritores, ilustradores, promotores de lectura y muchas buenas historias para descubrir, las actividades por toda la ciudad permiten que padres y niños hagan un recorrido por nuevas historias y otras que están dispuestos a escuchar o leer una y otra vez.

En Bogotá, las actividades van hasta el domingo 31 y están abiertas para niños y adultos. Escritores, ilustradores y editores venezolanos como Gerald Espinoza, Cristina Muller, Maité Dautant y Fedossy Santaella participan en el seminario de literatura infantil y juvenil que culmina este miércoles en el Centro Cultural Gabriel García Márquez.

En la tarde, de 6:00 a 7:15 p.m., María Beatriz Medina, Fedossy Santaella y Sergio Dahbar estarán hablando con Rocío Arias Hoffman de ‘El milagro venezolano’ en el elogio a la lectura, que organiza El Malpensante en la sede de Creppes&Waffles. Se trata de ese movimiento editorial dedicado a los más chicos que ha cobrado fuerza en el país vecino. El festival no es sólo espacio de meditación, sino de goce y encarrete. Por eso, librerías, cajas de compensación y bibliotecas de las ciudades participan.


Programación

Miércoles 27 de octubre, 4:00 p.m. Presentación del premio: Libro al Viento ‘El paraíso de los gatos’ y del Premio de Literatura Infantil de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño.

Miércoles 27, 6:00 p.m. Elogio a la lectura ‘El milagro venezolano’. Invitados Sergio Dahbar, Mª Beatriz Medina y Fedossy Santaella hablan del ‘boom ‘literario. Crepes&Waffles Carrera 11 Nº 85-75. Organiza: Casa Malpensante.

Jueves 28 de octubre, 6:00 p.m. Elogio a la lectura. ‘El escritor anfibio’. Pedro Badrán y Ángel Unfried hablan de las dificultades que presenta escribir para niños y para adultos. Crepes&Waffles. Carrera 11 Nº 85-75. Organiza: Casa Malpensante.

Se ha ido Alí Chumacero


El poeta mexicano.


Por olvido, no he comentado la grave pérdida para la poesía latinoamericana reciente, y es la desaparición del poeta mexicano Alí Chumacero. Un poeta atípico, cuya poesía no es precisamente "bondadosa". Así anunciaron su muerte en Círculo de poesía:

El escritor mexicano Alí Chumacero murió la noche de este viernes, a los 92 años de edad, víctima de neumonía, se dio a conocer a través de los portales de Internet de varios medios de comunicación, e incluso por reportes de twitteros. El Fondo de Cultura Económica, del que fue editor, corrector y tipógrafo por cerca de 60 años, también lamentó por medio del Twitter el deceso del reconocido poeta y autor. Incluso en Wikipedia ya se publicó el 22 de octubre como la fecha de su deceso. Alí Chumacero, quien residió en el Distrito Federal desde 1937, perteneció al grupo de escritores que fundó la revista “Tierra Nueva” y dirigió la publicación entre 1940 y 1942. Fue también redactor de la revista “El Hijo Pródigo” y de “México en la Cultura” A poco más de dos años de recibir un merecido homenaje por la comunidad cultural del país, se recuerda las palabras que pronunció en aquella ocasión y que hoy son realidad: “Quiero que a la hora de la hora cuando me vaya con la música a otra parte, me recuerden como un hombre venido de un pueblecito pequeño que se llama Acaponeta, de un estado pequeño que se llama Nayarit; buscando un sitio propio”.

Autor de una obra esplendente y discreta, tres títulos básicos son su bibliografía: Páramo de sueños (1944), Imágenes desterradas (1948) y Palabras en reposo (1956). Recupera los elementos característicos de la estética de Contemporáneos: el sentido superior de idea, imagen y sonido; el uso decantado de la silva con sus combinaciones métricas de heptasílabos, eneasílabos, endecasílabos y alejandrinos; la celebración del amor desdichado. Su obra poética ha sido el vínculo con esa generación de la primera mitad del siglo XX y ha permeado su ejemplo a lo largo de toda su segunda mitad. El silencio de su voz poética apenas ha sido roto en dos, tres ocasiones, con algún nuevo poema de elaborada factura. Se han cumplido más de cincuenta años de su más reciente publicación y su poesía continúa en vigencia deleitando al lector del siglo XXI.

¿Por qué es negra la noche?


El vallecaucano Londoño.


Aparece ¿Por qué es negra la noche? de Julio César Londoño. Un libro de ensayos que nos recuerda a ¿por qué las moscas no van a cine? del mismo autor. Un escritor mordaz, inteligente, creador de una prosa que mantiene al lector "pegado". Aquí lo que comentan en CEET:

Para llegar al brasier se necesitó de la geometría griega y el estudio de cónicas, de la Revolución Industrial, para que se crearan telares que manejaran fibras elásticas; del glamour francés y del mercadeo estadounidense.

Este es uno de más de 70 temas curiosos que ha coleccionado a lo largo de su vida el escritor vallecaucano Julio César Londoño, que ahora reúne en su nuevo libro '¿Por qué es negra la noche?'.

Luego de la novela 'Proyecto piel' (2008), Londoño regresa al ensayo, uno de sus géneros preferidos. "Un ensayista debe tener varias cosas: debe escribir bien, debe pensar bien, pero tal vez, la cualidad principal, es que sepa especular, de una manera inteligente y que nos regale reflexiones propias", anota.

En la primera parte, se encuentran los temas dedicados a los genios y sus inventos; un aspecto más de corte cerebral, que el autor cataloga, con el humor negro que lo caracteriza, como la materia más fea de los humanos.

"Usted nunca oye a nadie decir: 'tan divino su cerebro'. Es muy feo, pero su organización no la tiene nada: ni el agua, ni el diamante, ni el cuarzo; ninguna materia tiene tanto orden en el sentido de que pueda producir tal cantidad de sucesiones y de relaciones por milímetros cúbicos", se adelanta a decir Londoño, un apasionado estudioso de los temas científicos.

Precisamente, fue un curioso hallazgo científico sobre el escritor Edgar Allan Poe, el que le dio a Londoño el título de su libro. Ni Keppler, ni Newton, a pesar de sus horas de estudio, lograron responder "¿por qué es negra la noche?".

"Y fue Poe quien descubrió, entre los vapores del alcohol, en una noche de Baltimore, que la noche todavía es negra porque no nos ha llegado aún la luz de las últimas estrellas. O sea que dentro de algunos cientos de años vamos a perder ese tesoro que son las noches", explica el escritor, que dedica, la segunda mitad del libro, a temas más humanísticos como el lenguaje, el sexo y la religión.

"A cualquier persona le intriga un personaje tan extraordinario como Dios. Y cada que viene un papa y cierra el infierno y luego otro lo abre a mi me parece que es una gran noticia, y un gran tema. En todos esos campos la humanidad está produciendo frecuentemente unos artículos extraordinarios y uno debe estar muy atento para aprovecharlos", concluye el autor.

¿DE DÓNDE VIENE LA OBSESIÓN POR LOS GENIOS?

"La idea del genio no es tan vieja como un piensa. La obsesión por los genios viene del Renacimiento y su tendencia de la individualidad. Anteriormente, la humanidad era muy plana, muy colectiva. Por ejemplo, los poeta griegos no se consideraban a sí mismos genios porque ellos creían que eran los dioses y as musas quienes los inspiraban. En el Renacimiento, los dioses pierden terreno y el individuo cobra mucho peso, y comienzan a admirarse a los hombres como genios y ellos a firmar hasta sus cuadros", explica Londoño.

25.10.10

Guía de la novela negra


La portada


Tan de boga desde hace unos años, Héctor Malverde hace un análisis de la novela negra. Un itinerario por aquellas voces y personajes más importantes en el género. Malverde dice:

¿Cuál es la mejor escena de la historia del cine? Empezamos bien... Sinceramente, no me importa, a quién podría importarle, pero me encantan estos juegos. ¿Cuáles son los tres mejores momentos de la historia del cine? Si dejamos fuera los manierismos y otros excesos técnicos, yo me quedo con los siguientes:

1. Grupo Salvaje de Sam Peckinpah: Holden, Borgine, Oates y un cuarto que se me escapa vistiéndose para la muerte después de la última noche en compañía de una dama.

2. Gilda de Charles Vidor: Rita Hayworth diciéndole a Glenn Ford: «Si fuera un rancho me llamaría Tierra de nadie».

3. Los diez últimos minutos de Manhattan de Woody Allen: Woody tumbado en el sofá con una grabadora sobre el pecho preguntándose: «why is life worth living?», es decir: ¿qué cosas hacen que la vida valga la pena? Y él mismo respondiéndose: Groucho Marx, el segundo movimiento de la Sinfonía Júpiter, la grabación de Potatohead blues realizada por Louis Armstrong, las películas suecas, La educación sentimental de Flaubert, Marlon Brando, Frank Sinatra, las fabulosas manzanas y peras de Cézanne, los cangrejos de Sam Wo, el rostro de Tracy... Woody corriendo por todo Manhattan para llegar a tiempo antes de que Mariel Hemingway, cuyo rostro podría justificar la existencia de cualquiera, se suba a un avión directo a Londres.

Seamos francos. Este libro no está muy lejos del gesto infantil de un hombre belicoso, el resultado público de un ejercicio privado que me habrá salvado del incendio más de una o dos noches. Es posible que también pueda salvarles a ustedes, tan posible, al menos, como que se les queme la casa, el coche y el jardín. ¿Un libro práctico, entonces? Sí y no. Al fin y al cabo, a quién pueden importarle realmente las derivas funcionales de una guía de la novela negra, la obsesión por la acumulación de conocimiento, la pretensión hegeliana y voraz de abarcarlo todo, devorarlo todo sin rumiar para poder presentar un buen currículum, la panza llena, los deberes hechos... Saber más, leer menos. Peligrosa ecuación, mis queridos amigos. Tal vez ésta no sea su guía ideal si es eso lo que están buscando. Quedarán igual de bien en las cenas de empresa si citan a Espronceda o asienten con la cabeza cuando el tipo del flequillo comience a hablar de Robbe-Grillet. Nadie se va a enterar. Nadie se entera nunca de nada. Por eso es necesario repetirlo todo una y otra vez, como hace Kjell Askildsen. Por eso hay que volver sobre los pasos de siempre, sobre los títulos y los autores de siempre para insistir -bonita palabra- sobre las cosas de siempre, sobre lo que permanece indeleble en cada callejón y en cada playa, en todas las trampas de nuestra biografía. Tengo para mí que la novela negra es una de las muchas cosas de siempre sobre las que es necesario volver una y otra vez. ¿Para qué? ¿Para encumbrarla? ¿Para sacarla del arrabal? ¿Para decir cosas nuevas? ¿Para decir cosas inteligentes? ¿Para decir cosas nuevas e inteligentes? No. Hay que volver a la novela negra para que no nos tiemblen las piernas cuando se nos pase el efecto del calmante. Es necesario volver a la novela negra para decir las cosas de siempre, pero sin titubeos: la violencia, la traición, la muerte, la ciudad, la corrupción, la noche, la seducción, la jaqueca, el desamparo, el imperio, la soledad, el sexo, la infamia, el misterio, la literatura... Nomenclaturas todas para un mismo desconcierto, que decía Julio Cortázar.

22.10.10

Poema del Viernes # 41


Raúl Zurita ( Santiago, Chile, 1950)



GUÁRDAME EN TÍ

Amor mío: guárdame entonces en ti
en los torrentes más secretos
que tus ríos levantan
y cuando ya de nosotros
sólo que de algo como una orilla
tenme también en ti
guárdame en ti como la interrogación
de las aguas que se marchan
Y luego: cuando las grandes aves se
derrumben y las nubes nos indiquen
que la vida se nos fue entre los dedos
guárdame todavía en ti
en la brizna de aire que aún ocupe tu voz
dura y remota
como los cauces glaciares en que la primavera desciende.

Pronto, la FIL Santiago


Jodorowski.


A pocos días de comenzar la Feria del Libro de Santiago, se conocen los invitados de honor: Jorge Edwards y Alejandro Jodorowski, que también pasó por estas tierras. Así lo anuncia la página Feriade:

El acervo cultural de nuestro país se hará presente a través del arte, la música, danza, literatura y escritores de las 15 regiones.

La Feria del Libro como plataforma de negocios y debate en torno a los temas editoriales y de lectura, desarrollará las 15ª Jornadas Profesionales con los representantes nacionales y extranjeros de casas editoras, distribuidoras y librerías. Asimismo profesores y bibliotecarios se darán cita en las 12ª Jornadas de Educación y la XV Conferencia Internacional de Bibliotecología, respectivamente.

Más de cien empresas expositoras mostrarán lo mejor de la oferta editorial de Chile y el extranjero, con novedades en todas las materias. Cientos de actividades como presentaciones de libros, debates, mesas redondas, música en vivo, exposiciones, y muchas más, darán el marco cultural a la mayor muestra literaria de nuestro país.

Quedan todos invitados a este, el evento cultural más importante de nuestro país, que este año cumple 30 años con lo mejor de la literatura.

20.10.10

Fet a América


El post.


Por estos días Barcelona acoge a 19 autores latinoamericanos, en un encuentro llamado Fet a América. El único colombiano, Tomás González. La nota en Letralia:

Desde el lunes 18 y hasta el domingo 24 de octubre se celebra el Festival Internacional de Novela Contemporánea en Lengua Castellana “Fet a Amèrica”, que tiene como escenarios Casa Amèrica Catalunya y otros sitios de las ciudades españolas de Barcelona, Girona, Olot, Mataró y Menorca.

Un total de 19 autores latinoamericanos, de diversas edades y procedencias, intervienen en este encuentro impulsado por el Colectivo Fu, que lo organiza conjuntamente con Casa Amèrica Catalunya y la Asociación Fringe para la Difusión de las Artes. “Fet a Amèrica”, que tiene como objetivo establecer un diálogo entre escritores y lectores, reúne en Barcelona a 16 de esos 19 autores.

Participan en el evento el cubano Antonio José Ponte; los mexicanos Carlos Velázquez, Luis Humberto Crosthwaite y Yuri Herrera; las chilenas Diamela Eltit y Lina Meruane; la boliviana Giovanna Rivero; la uruguaya Inés Bortagaray; los venezolanos Israel Centeno y Slavko Zupcic; el ecuatoriano Javier Vásconez; el peruano Juan Manuel Robles; la puertorriqueña Marta Aponte Alsina; la argentina Pola Oloixarac; el argentino Sergio Chefjec y el colombiano Tomás González.

Los tres autores ausentes en la cita, por motivos laborales, son el peruano Iván Thays, el salvadoreño Horacio Castellanos Moya y el argentino Pablo Ramos. Sin embargo, los tres aparecerán, junto al resto de escritores convocados, en el libro La novela latinoamericana contemporánea según 18 escritores, publicado por la Editorial Barataria, y que reúne las conversaciones sobre el quehacer literario mantenidas entre los autores del “Fet a Amèrica” antes de la realización del festival, y que han sido recogidas por la crítica chilena Paz Balmaceda. En otros países, este libro será publicado por editoriales independientes.

La selección de los escritores que intervienen en “Fet a Amèrica” se centró en aquellos que proponen la creación de un universo único y de una voz propia, y no el éxito en el mercado editorial. A través de la lectura de más de 235 autores de 21 países, se seleccionó a los 19 autores mencionados, artífices todos ellos de distintas temáticas y maneras de hacer literatura.

Del 18 al 22 de octubre, los 16 novelistas latinoamericanos intervienen en Casa Amèrica Catalunya en diversos coloquios literarios que abordan temáticas como la identidad, el contexto social, la tradición y la modernidad o la manipulación del tiempo, entre otras. El escritor y crítico barcelonés Ignacio Echevarría inaugura este ciclo la tarde del lunes 18 con la charla “En otro orden de cosas”. Estos encuentros son retransmitidos en directo a través de Canal-L a varios centros culturales y educativos de América Latina y Estados Unidos con el propósito de generar un diálogo desde la distancia.

En paralelo, los autores de “Fet a Amèrica” intervienen en la actividad “Panorama Narratiu Americà”, que pasa por la Universitat Autònoma de Barcelona, la Universitat de Girona, la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, el Casal Marià de Olot (Girona), la Librería Robafaves de Mataró (Barcelona), los clubs de lectura de Alaior, Ferreries y Ciutadella en Menorca y el Claustre del Seminari Diocessà, también de Menorca.

“Fet a Amèrica” es un proyecto del Colectivo Fu, que dirigido por la escritora Lolita Bosch está conformado por lectores interesados en la creación literaria, con los ojos puestos en América Latina y Cataluña y la intención de abrir espacios, tender puentes y crear diálogos.

Hace tres años, el Colectivo Fu, con la colaboración de Casa Amèrica Catalunya y otras organizaciones, impulsó “Fet a Mèxic”, festival en el que se dieron cita autores mexicanos que cumplieron las expectativas de autores, editores y lectores, además de tener una excelente acogida en la prensa española e internacional. En base a esta experiencia, el Colectivo ha retomado la responsabilidad, compartida con la Asociación Fringe y Casa Amèrica Catalunya, de llevar a cabo un festival sobre las letras de América Latina.

Rilke inédito


Rilke.


Aparecen 25 cuentos inéditos en español de Rainer Maria Rilke, titulado "Los últimos y otros relatos". Aquí uno de los cuentos, titulado Un carácter:

Un perfecto día de entierro. Húmedo, oscuro, pegajoso. El coche de difuntos tirado por cuatro caballos se deslizaba lentamente por los lisos y redondos adoquines que, a la luz otoñal, brillaban como cráneos sin pelo, y sus ruedas abrían profundos surcos en los charcos grises y sucios. Los empleados de la funeraria marchaban al lado, descontentos, sujetando unas luces que ardían sin llama. Les seguía la multitud de los dolientes. De las mujeres daba testimonio únicamente una espesa fila de negros velos que se extendía como una negruzca telaraña entre el coche de difuntos y las lustrosas chisteras de los asistentes masculinos. La ocupación preferente de todo el grupo, profundamente compungido, era proteger vestidos y pantalones de las salpicaduras del barro; con conmovedora atención sus pies buscaban a tientas los islotes de piedra que sobresalían entre los grandes charcos, y en algún que otro rostro se detectaba el bienintencionado deseo de que ojalá el difunto hubiese esperado a que hiciera mejor tiempo para emprender su penoso viaje. Sólo dos caballeros que iban en la tercera fila conversaban bastante animados. En sus gestos podía advertirse que estaban pasando revista, de un modo humanamente dulce, a lo que había hecho y vivido el difunto. El resultado final parecía muy satisfactorio. Los dos asentían con esa mirada grave que, en los entierros y en otras ceremonias públicas, constituye el secreto rasgo por el que se reconocen los hombres íntegros. Uno de ellos, lentamente, pasó por su arrugado rostro su mano derecha, envuelta en un guante negro, y susurró:
–Todo un carácter.
Su compañero encontró esa expresión tan certera que sólo fue capaz de repetir con reforzado énfasis:
–Todo un carácter. [...]
Después ninguno de los dos pronunció una palabra más. Se hizo el silencio. Sólo crujían las ruedas del coche de difuntos y se oía, más bajo, el chapoteo de los pasos.
El «carácter» había venido al mundo en el seno de la familia de un hombre de sobrio bienestar. El señor M., el padre, poseía una pequeña casa, un gran concepto del honor y una mujer hacendosa. O sea, bastante.
El pequeño M. no respiraba aún el aire con olor a fenol de la sala de parturientas, cuando las mujeres que asistían a su madre se intercambiaban ya entre ellas miradas y susurraban:
–Será niño.
Seguían cada movimiento de la mujer e iban expresando sus sospechas en un tono cada vez más agitado. Y, cuando finalmente llegó la respuesta a sus dudas bajo una forma arrugada, viva y de color marrón rojizo... ¡resultó ser un niño! El pequeño M. creció y fue como cualquier otro; llegó el momento en que sus delicadas patitas delanteras se transformaron en manos y en que los dedos de esas manos ya no recorrían como hormigas los pasillos, sino que preferían detenerse en la boca y en la nariz. A éstos siguieron los años de los árboles de Navidad y de las exhibiciones. Todas las semanas al muchacho le hacían ir al gélido salón; allí lo observaban boquiabiertos, le tocaban el pelo, las mejillas y la barbilla, le enseñaban a dar la mano con buenos modales y, llegado el caso, a pronunciar su sonoro nombre con modesta grandeza. A todo el mundo le parecía encantador, «el fiel retrato» del padre, de la madre, de éste o de aquel tío, y pocos se despedían sin la sublime predicción de que, en su momento, el chico seguro que sería además muy bueno. El pequeño había oído con suficiente frecuencia esa expresión de clarividente admiración. Y sin mucho esfuerzo, incluso sin llegar a ser realmente consciente de su éxito, superó la escuela primaria, escaló con una seguridad loable, algo pedante, los ocho peldaños de la escalera del instituto y luego anduvo un año más entrando y saliendo de los auditorios de la Universidad, tras lo cual se perdió en el silencio del escritorio paterno. Un día corrió la voz de que el joven M. iba a heredar la dirección del negocio de su progenitor, quien ya se estaba haciendo viejo, y poco después sucedió. El padre falleció pronto, y el nuevo dueño supo mantener el prestigio de la casa con estricta puntualidad y bastante trabajo. A menudo el indeciso comerciante oía en boca de sus amigos que se decía que tenía grandes proyectos y, lleno de asombrosa admiración por la ambición que se le adjudicaba, empezó de verdad a poner en marcha algunos de los planes que le imputaban; y alguno que otro salió bien. Así fueron transcurriendo los años. Hacer realidad las intenciones que le atribuían las habladurías de la gente había mejorado su bienestar significativamente y nada resultaba más natural que los chismosos murmuraran algo sobre el inminente compromiso de M. El rumor llegó a sus oídos; casi de manera involuntaria dirigió desde ese momento su atención a la novia designada, y a las pocas semanas el susurrante «sí» brotaba de la fogosa y sonora voz del joven esposo. En esta ocasión tampoco había decepcionado las expectativas de la gente: ¡ése sí que era todo un carácter!
Construcción de un teatro
Mucho tiempo llevaban los buenos habitantes de la ciudad natal y de residencia de M. planeando la construcción de un teatro. Todo el mundo sabe que aún no se ha levantado ninguna sala de espectáculos con sólo buena voluntad, sino que incluso las más sencillas han necesitado al menos... unos malos tablones. De lo primero, la gente poseía suficiente material, pero para conseguir lo segundo faltaba el dinero. Los previsores padres de la ciudad fruncían el ceño ya desde por la mañana temprano, y se lo tomaban muy a mal si uno de ellos olvidaba mantener ese signo de grave dignidad por la noche, tomando unas cervezas.
Cual tormenta de primavera corrió entonces por la ciudad el rumor de que M. había decidido anticipar el dinero necesario para la construcción del templo de las musas. Y al igual que la brisa de primavera despierta las voces de las aves, esa noticia despertó por todas partes un sonoro elogio. Una delegación del Ayuntamiento, con el derretido rostro de manzana invernal del alcalde a la cabeza, se presentó pocas horas después en el despacho del benefactor. El intendente, interrumpido por constantes muestras de alegría, le dio las gracias por el generoso gesto. M. se quedó perplejo durante un rato. Pero pronto adivinó el sentido de aquella demostración de alegría. Una ligera sombra cubrió su frente. Iba a quitarles de la cabeza aquella idea, pero entonces se le ocurrió que, con esa aparente volubilidad, podía dañarse a sí mismo y a su negocio, de modo que con una sonrisa agridulce aceptó el contrato, en el que aparecía consignada una suma nada insignificante. De ese modo la fama de M. fue creciendo con los años. [...]
Tan sólo en una única ocasión el «carácter» estuvo a punto de defraudar las expectativas de la gente. En secreto se hablaba de un «feliz acontecimiento» que «iba a producirse» en casa de los M. Y las miradas curiosas seguían a la joven esposa en cuanto se dejaba ver en la calle. Así que el noble comerciante se esforzó considerablemente para contentar pronto a la gente. Sólo que esta vez la felicidad no le fue fiel. Con indignado asombro las buenas ciudadanas comprobaron que la señora de M. seguía llevando chaquetas ceñidas y que así resultaba evidente que no podía «haber nada». Luego murmuraron por lo bajo, pero a un nivel suficientemente audible, que una cura en Franzensbad no podía perjudicarla. Y, vaya por dónde, cuando también en esta ocasión (¡cómo habría podido ser de otra forma!) el señor M. hizo suya la opinión pública, su mujercita se atuvo exactamente al tiempo prescrito para lucir en vez de ajustadas chaquetas un abrigo de montar en bicicleta. El «carácter» estaba salvado.
La fama de hombre de honor de M. sobrepasó pronto los límites de la ciudad. Hacía mucho tiempo que se hablaba ya de una condecoración. El famoso comerciante dio por su parte los pasos necesarios y, al cabo de unos meses, no le resultó demasiado difícil al leal condecorado expresar su más íntimo agradecimiento con un ojal lleno y un discurso vacío.
En un viaje de negocios que hizo en invierno, M. cogió un fuerte resfriado que lo postró en el lecho del hospital. Una malformación pulmonar que su médico había diagnosticado hacía ya veinte años se hizo notar entonces. M. empeoraba de día en día. Su esposa iba a verlo con discreta compasión. [...]
Una mañana al enfermo de gravedad lo arrancaron de sus sueños febriles unos fuertes gritos. Se estremeció, miró fija y perdidamente a su alrededor y, con voz fatigada, preguntó a la hermana de la caridad qué era aquello. Y, como ésta guardara silencio y le pidiera que se tranquilizara, llamó a su anciano sirviente y le hizo la misma pregunta.
Éste no disimuló, se rascó la cabeza y dijo echando pestes:
–Dios mío, esos tontos andan diciendo que el señor ha muerto, que el diablo se lo quite de la cabeza... –y volvió a salir.
El enfermo le miró boquiabierto.
Luego se tumbó del lado izquierdo y se durmió...
Era todo un carácter.


18.10.10

Ciudad de payasos


Portada del libro.


Basada en el maravilloso cuento Ciudad de payasos (donde todo comenzó para el peruano), aparece la novela gráfica del mismo nombre. La nota en Etiqueta Negra:

Sobre el libro:

Ciudad de payasos pertenece a la colección de cuentos Guerra a la luz de las velas, que Alarcón publicó originalmente en inglés. El padre de “Chino”, un periodista, acaba de fallecer. Mientras va desarrollando una investigación sobre los payasos callejeros, cuenta pasajes sobre la doble vida de su papá. En un momento, el reportero se disfraza de payaso mientras revisa su propia historia personal.

Sobre los autores:

Daniel Alarcón es Editor Asociado de la revista peruana Etiqueta Negra, e Investigador Visitante del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de California Berkeley. Es autor de dos libros, Guerra a luz de las velas (finalista Premio PEN/Hemingway 2006), y Radio Ciudad Perdida, una novela publicada en más de una docena de países. Ha ganado varios honores, incluyendo un Premio Whiting (2004), becas Guggenheim y Lannan (2007), y un Premio Nacional de Revistas (2008).

Sheila Alvarado es artista plástica e ilustradora. Es asesora de arte de la revista Etiqueta Negra y directora de arte de la editorial Recreo. Empezó ilustrando libros para niños y carátulas para editoriales como Santillana, Norma, Planeta y el ministerio de educación, luego pasó a revistas como Etiqueta Negra y en los últimos años a diarios como El Comercio y Perú 21, en donde ilustra la pagina de sexo todas las semanas. A mediados del 2007 publicó con la editorial Santillana en libro de cuentos para niños “Pelilargo”, el cual escribió y diseñó ella misma.


El Ideal de Aquiles


El escritor barranquillero.

En el más reciente volúmen de la revista Número, la 66, se publica una reseña de este blogger sobre el libro de Paul Brito, el Ideal de Aquiles. Les aquí la reseña:

Es célebre aquella aporía de Zenón, en que, en una carrera pactada entre Aquiles y la tortuga, el héroe, más veloz que su adversaria, le ofrece cierta ventaja. Aquiles recorre en poco tiempo la distancia, pero al llegar allí la tortuga se ha desplazado un tanto. De nuevo, y confiado en sus pies ligeros, avanza hasta donde se encuentra la tortuga, y ésta, en un acto de osadía, progresa unos metros más. No importa cuánto corra Aquiles, él nunca atrapará a la tortuga. En el más reciente libro del joven barranquillero Paul Brito, El ideal de Aquiles, la paradoja de Zenón de Elea se devela lúcidamente en 101 minicuentos para alcanzar a la tortuga. Con el cuidado del sello independiente Hadríaticus Editores, Brito despliega en una prosa limpia y sin ataduras la desolación del héroe ante la imposibilidad de vencer a su contendiente. Busca la esencia de lo concreto ante la idealidad que lo fustiga, es decir, su condición humana. Esta desolación, sin duda, es el desamparo de todos los hombres. Lo demuestra así el relato titulado «Las piedras de regreso», en el que «Aquiles va dejando piedras para no perder el camino de regreso. Cada una es la pieza de un rompecabezas que lo devolverá al pasado. Pero se da cuenta de que la carrera se está tornando infinita y que si algún día regresa, encontrará solamente ruinas, es decir, la suma dispersa de todas esas piedras». O este otro que ha titulado «Evolución»: «Aquiles se volvió hombre cuando dejó de ser un espécimen errante, es decir, cuando construyó su propia casa y fundó el primer pueblo. La tortuga, como lleva su casa a cuestas, nunca ha tenido que detenerse en su lenta pero efectiva evolución». Pero si Aquiles es la representación del ideal, la imagen del mundo estructurado y definido tal como lo conocemos, la tortuga es, en los relatos de Brito, una especie de semidiosa que personifica la corporeidad de lo real. Cuentos como «La voluntad de la tortuga», «Cuestión óptica» o «Plusvalía» nos señalan tal idea. Sin embargo, Brito, en otros relatos, se aleja de aquella percepción de voluntad instintiva en la tortuga, y acaso de Aquiles, para innovarlos de diversas formas. Algunas veces es el reptil el que persigue al héroe; en otras, el guerrero aqueo seduce y enamora al quelónido; en no pocas ocasiones, es Zenón quien ironiza a los dos competidores en una búsqueda infructuosa de adhesión entre el idealismo del uno y la realidad del otro. En los relatos finales, se entrevé el afán de Aquiles por ser él mismo y la tortuga al mismo tiempo. La continuidad de su existencia, que es su verdadero objetivo, en una peculiar forma de moverse a lo largo y ancho de aquella carrera exigida. En El ideal de Aquiles, Paul Brito se inspecciona desde adentro, retoma la idea de la complejidad humana, el papel entre lo especulativo y lo verdadero, tal como ocurre en el libro ganador del Premio Nacional de Cuento de la UIS, llamado «Los intrusos», pero con una enorme diferencia: lo hace en 101 minicuentos para alcanzarse a sí mismo. Son 101 maneras de contemplar el mundo; 101 métodos de desarmarlo y volverlo a armar. Como se quiera, el barranquillero consigue, en El ideal de Aquiles, 101 universos transformadores, libertarios, complejos y apasionados.

Eduardo Mendoza gana el Premio Planeta de Novela


Eduardo Mendoza.


El premio mejor dotado en lengua castellana se lo ha quedado Eduardo mendoza, con una novela que trata el ya recurrente tema de la guerra civil española (tan repetido el tema como el sicariato en Colombia). El libro se llama Riña de gatos. Así lo publica el diario Heraldo:

El escritor barcelonés Eduardo Mendoza, oculto tras el seudónimo Ricardo Medina, ha ganado la 59 edición del Premio Planeta de novela, dotado con 601.000 euros, con la obra 'Riña de gatos. Madrid 1936', un libro que ha definido como "novela de intriga, pero también de reflexión".

El punto de partida de la novela ganadora, presentada bajo el título seudónimo 'La muerte de Acteón', es la llegada a la España de la primavera de 1936 de un joven inglés, especialista en pintura española, reclamado para tasar un posible cuadro desconocido de Velázquez. En la misma velada literaria en la que se ha otorgado el primer premio, el jurado, integrado por Alberto Blecua, Ángeles Caso, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Carlos Pujol ha seleccionado como finalista la novela 'El tiempo mientras tanto', de la periodista y escritora valenciana Carmen Amoraga.

Nada más conocerse el fallo, Eduardo Mendoza ha comentado que le costaba hablar de su novela, porque "siempre escribo libros para ver cómo acaban y no sé muy bien lo qué pasa" y en esta ocasión el autor barcelonés piensa que se trata de "una novela de intriga", un argumento de peso para no avanzar gran cosa sobre su trama.

Según el autor de 'La verdad sobre el caso Savolta', la novela ganadora es de "misterio, pero también de reflexión sobre un momento histórico". 'Riña de gatos' sucede en el Madrid de 1936 previamente a la Guerra Civil, cuando "todo el país está en plena expectativa, y hay conjuras y misterios".

En ese marco coinciden "un personaje histórico real y otro de ficción", que se ven envueltos en "intrigas, aventuras, amores y tiros".

Mendoza ha confesado que ha escrito "una novela de las que me gusta leer y de las que me gusta escribir", con "una trama de ficción en un marco rigurosamente cierto", que transcurre en un par de semanas decisivas, pero todavía inmóviles de la historia de España, "en las que se está fraguando algo que nadie sabe lo que va a pasar, como se decía antes, en las que se masca la tragedia".

Uno de los protagonistas de 'Riña de gatos' es "un inglés despistado" que desembarca en Madrid para resolver un asunto y allí se encuentra a "un personaje fundamental para la historia de España", del que lo único que ha querido revelar es que es "un personaje muy mentado, pero poco estudiado". Son los lectores, advierte Mendoza, los que deberán ir adivinando la identidad de ese personaje misterioso.

Considera el escritor que a lo largo del tiempo no ha cambiado mucho como escritor: "Creo que soy el mismo, aunque he intentado avanzar en cada novela y he procurado no repetirme nunca".

Además de abordar los géneros del misterio y de la aventura, por estar situada en un momento histórico crucial, se puede decir, admite, que "también es una novela política", si bien se ha esforzado en no presentar la historia de una forma maniquea.

Cree Mendoza que a pesar de sus esfuerzos por plantear una novela seria, ha sido inevitable incluir un componente de humor, algo que va con su genética: "creo que incluso en las circunstancias más trágicas pueden haber elementos divertidos".

Como paradigma de los escritores que convirtieron con su obra a Barcelona en una personaje literario más, en esta ocasión Mendoza viaja con la novela ganadora del Planeta a Madrid: "La idea surgió cuando me interesé por ese momento de la historia, en el que todo lo que se estaba cociendo sucedía en Madrid, y finalmente lo vi como una oportunidad para cambiar de escenario y para abordar una ciudad que también conozco y también me gusta".

Mendoza ha revelado que se ha presentado a este premio "para saldar una deuda con una persona que no está presente", en referencia al viejo editor José Manuel Lara Hernández, quien ya le insistió que se presentara al Planeta después de publicar 'La verdad sobre el caso Savolta', su primera novela.

Fue "muy importante" para el joven Mendoza la insistencia del veterano editor, quien volvió a plantear la misma propuesta años después con la misma respuesta: "No tengo nada preparado". "Al final de su vida -ha agregado- me volvió a llamar y le dije que no tenía nada; a lo que él me espetó: 'lo que no tienes es lo que has de tener para presentarte al premio Planeta', por eso este premio, aunque tarde, va por usted".

15.10.10

Poema del Viernes # 40

Fabio Morávito (Alejandría, Egipto, 1955)

A TIENTAS


Cada libro que
escribo me envejece,
me vuelve un descreído.
Escribo en contra de mis pensamientos
y en contra del ruidode mis hábitos.
Con cada libro
pago un viaje
que no hice.
En cada página que
acabo cumplo con un acuerdo,
me digo adiós
desde lo más recóndito,
pero sin alcanzar a ir muy lejos.
Escribo para no quedar
en medio de mi carne,
para que no me tiente el centro,
para rodear y resistir,
escribo para hacerme a un lado,
pero sin alcanzar a desprenderme.

13.10.10

Eventos


El ideal de Aquiles se presenta hoy en la librería Luvina, 6 p.m.


Hay varios encuentros interesantes hoy miércoles en Bogotá. Por un lado, comienza el Congreso Internacional de minificción, en la Biblioteca Luis Ángel Arango. Otro encuentro: En el Fondo de Cultura Económica, en el centro de la ciudad, se hará una lectura recordando al gran poeta venezolano Eugenio Montejo, celebrando el libro que publicó la Universidad Externado en su Colección "Un libro por centavos", 6 de la tarde. Uno más: Segundo encuentro en el marco del Festival "Ojo en la tinta". Café Luziérnaga, 6 p.m. Por último, y al que asistiré: Presentación de libros del argentino Brasca y de Paul Brito con El ideal de Aquiles, entre otros.

Que no se diga que la literatura no está viva en la capital colombiana...

11.10.10

Letras Capitales


Logo del evento.


Tres eventos se presentan en Bogotá por estas fechas: el primero es el II Festival Ojo en la tinta, del que ya comenté la semana anterior; el segundo es el Congreso de Minificción, con invitados internacionales, cuya sede es la Biblioteca Luis Angel Arango; el tercero, y el que comentaré en este post, es el I Festival Letras Capitales. Convocado por la Revista Fahrenheit 451 (de la cual creí había caido en la absoluta desaparición), con el apoyo de la FGAA. Muchos amigos invitados, entre los que se encuentran Guillermo Bustamante Zamudio, Carlos Castillo, Paul Brito, Gonzalo Márques Cristo, Mauricio Contreras, Nathaly Díaz, Iván Beltrán, entre otros. Aquí les dejo la programación:


Sábado 9 de octubre
Proyección del documental "Sin Trampa al ojo" de Sergio Trujillo/ Presentación del Poster del Festival. Conferencia: "Colombia mexicanizada/México Colombianizado"
Ángel Loockhart, Carlos Barriga y Fabio Jurado Valencia
Biblioteca Virgilio Barco (Avenida Cra. 60 No. 57-60)
6-8 pm
Encuentro de Mini Ficción
Raúl Brasca (Argentina), Ana María Shua (Argentina), Diego Muñoz Valenzuela (Chile), Guillermo Bustamante, Carlos Castillo. Sergio Gama (moderador)
Biblioteca Local de Suba Francisco José de Caldas (Carrera 92 No. 146C-24)
3-5 pm
Bogotá desde su poesía/ Vespertina en Gimnasio Moderno
Federico Díaz Granados, Juan Gustavo Cobo Borda, Juan Carlos Bayona y Juan Felipe Robledo. María Angélica Pumarejo (moderadora).
Biblioteca de los Fundadores, Gimnasio Moderno (Carrera 9 #74-99)
6-8 pm
Encuentro con Escritor Colombiano
Alfredo Molano. Javier Osuna (moderador)
Biblioteca Local de Usaquén Servitá (Calle 165 No. 7 – 52)
3-5 pm
Taller para niños, "Homenaje a Jairo Anibal Niño"
Fundación Rafaél Pombo
Biblioteca Pública Rafael Uribe Uribe (Carrera 15C No. 31G-40 Sur)
3-5 pm
Conversatorio: "Debate sobre la Narco Novela"
Gustavo Bolívar, Iván Beltrán Javier Osuna (moderador)
Biblioteca Pública Carlos E. Restrepo (Dg. 19 sur # 19-33 p. 2 y 3)
3-5 pm
Encuentro con escritor colombiano
Gonzalo Mallarino Flórez
Biblioteca Pública La Giralda (Carrera 104B No. 22J - 15 )
2-4 pm
PRIMER FESTIVAL DE LITERATURA DE BOGOTÁ "LETRAS CAPITALES"
Sábado 16 de octubre
Sábado 23 de octubre
Taller para niños, "Oscar Wilde"
Fundación Rafaél Pombo
Biblioteca Pública Las Ferias (Carrera 69J No. 73-29 )
9-11 am
Conferencia: “Poesía y Traducción”
Nathalie Handal (Palestina) y Germán Villamizar
Universidad Nacional. Salón Oval.
5-6 pm
Viernes de Poesía con Nathalie Handal (Pal)
Nathalie Handal (Palestina) y Fabio Jurado
Universidad Nacional. Salon Oval
6-7 pm
Día de brujas: "Recital de Mujeres Poetas"
Nathalie Handal (Palestina), Amparo Osorio, Luz Helena Cordero
Centro Cultural y Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo (Avenida calle 170 No. 67-51)
5-7 pm
Taller para niños, "Edgar Allan Poe"
Fundación Rafaél Pombo
Biblioteca Pública Puente Aranda Néstor Forero Alcalá (Calle 8º. Sur No 38-90)
3-5 pm
Taller para niños, "Edgar Allan Poe"
Fundación Rafaél Pombo
Biblioteca Pública Ricaurte Alberto Gutierrez Botero (Calle 9 # 28A-43)
9-11 am
Homenaje a Miguel Hernández/ Vespertina en el Gimnasio Moderno
Colectivo artístico "Por ahora"
Biblioteca de los Fundadores, Gimnasio Moderno (Carrera 9 #74-99)
6-8 pm
Recital de Poesía
Enrique Rodríguez Pérez, Germán Villamizar y Federico Díaz Granados
Biblioteca Pública La Victoria (Diagonal 37 Sur No. 2-00 Este)
3-5 pm
Bogotá desde su narrativa/ Vespertina en Gimnasio Moderno
Gonzalo Mallarino Flórez, Nahum Montt, Margarita Posada. Alejandra Jaramillo (moderadora)
Biblioteca de los Fundadores, Gimnasio Moderno (Carrera 9 #74-99)
6-8 pm
Encuentro con escritor colombiano
Gustavo Adolfo Garcés
Biblioteca Pública de Perdomo Soledad Lamprea (Dg. 62G Sur No. 72B - 51 Piso 2)
2-4 pm
Taller para niños, "Homenaje a Aurelio Arturo"
Fundación Rafaél Pombo
Biblioteca Pública La Peña (Carrera 7 Este No. 5-57 )
9-11 am
Sábado 23 de octubre
Sábado 30 de octubre
Sábado 6 de noviembre
Viernes 29 de octubre
Viernes 12 de noviembre
Conferencia: “Cine y Literatura"
Víctor Gaviria
Biblioteca Pública el Tintal (Av. Ciudad de Cali No 6C-09)
6-8 pm
Taller para niños, "José Asunción Silva"
Fundación Rafaél Pombo
Biblioteca Pública de Venecia Pablo de Tarso (Diagonal 47A No. 53 - 92 Sur)
3-5 pm
Encuentro con escritor colombiano
Federico Díaz Granados
Biblioteca Pública de Bosa (Carrera 80i No. 61-05 Sur)
2-4 pm
Viernes 19 de noviembre
Recital de Poesía
Hernando Guerra, Germán Villamizar, Aldemar González y Jairo López.
Universidad Pedagógica, Centro Cultural
4-6 pm
Recital de artistas con discapacidad cognitiva: "El Despertar"/ Vespertina en Gimnasio Moderno
Fundación Fahrenheit 451, British Council.
Biblioteca de los Fundadores, Gimnasio Moderno (Carrera 9 #74-99)
6-8 pm
Recital de poetas jóvenes
Zayrho de San Vicente, Guillermo Palencia, Nathaly Díaz y Larry Mejía
Biblioteca Pública Lago Timiza (Carrera 74 No. 42G-52 Sur)
3-5 pm
Recital de Poesía
Aldemar González, Mauricio Contreras, Lilia Gutiérrez.
Biblioteca Pública La Marichuela (Diagonal 76B No. 1C - 40 Sur )
2-4 pm
Encuentro con escritor colombiano
Roberto Burgos
Biblioteca Pública Arborizadora Alta (Calle 70 Sur No. 34-05 )
2-4 pm
Viernes 26 de noviembre
Conversatorio "Política y Poesía"
Breyten Breytenbach (Sudáfrica)
Universidad Nacional. Salón Oval.
4-6 pm
Sábado 27 de noviembre
Recital de Clausura
Breyten Breytenbach (Sudáfrica), Gonzalo Márquez Cristo, Fernando Linero
Biblioteca Virgilio Barco (Avenida Cra. 60 No. 57-60)
6-8 pm
Recital de Poesía
Universidad Distrital
11-12 am
Sábado 13 de noviembre
Sábado 20 de noviembre
Yuichi Mashimo (Japón), Germán Villamizar, Gonzalo Márquez Cristo, Gustavo Adolfo Garcés

Reivindicación


Héctor Abad Faciolince.


El cultural de España ha invitado a seis escritores latinoamericanos para hablar sobre la violencia en la literatura. Héctor Abad Faciolince y Evelio Rosero es la cuota colombiana. Leamos lo que nos cuentan los seis autores:

A pesar de la esperanza, el color sangre tiñe Latinoamérica desde hace siglos. Hay quien prefiere pensar que es la herencia del Imperio español, aunque resulte difícil aceptar que dos siglos después de las Independencias tantos pueblos sigan así, tiznados de muertos, sólo por culpa nuestra. Unos datos: más allá de la pintoresca estampa del presidente ecuatoriano Correa pidiendo que los presuntos golpistas le pegasen un tiro, en Colombia el homicidio sigue siendo hoy la primera causa de mortalidad, por encima de las enfermedades o el tráfico.

Otro: en México la violencia del nacrotráfico lleva cobrados más de 30.000 muertos en los últimos dos años. En los 90, hubo en Colombia más de 200.000 homicidios, cifra igual a la total de los años 40 y 50 juntos. Entre 2005 y 2008, se sumaron cerca de 45.000, pero también hay bibliotecas abarrotadas,y una curiosidad cultural incomparables, aunque, por ejemplo, en gran parte de Brasil no exista un teatro o una biblioteca, según reconoce el gobierno de Lula. Con todo, en México, Colombia, Cuba o Venezuela se sigue escribiendo en libertad, a pesar de que muchos sientan cómo percute un gatillo cuando van a escribir...

Colombia Hector Abad y Evelio Rosero “¿Alcanzó a verlos [a sus asesinos] mi papá, supo que lo iban a matar en ese instante? Durante casi veinte años he tratado de ser él ahí, frente a la muerte, en ese momento”. Estas líneas de El olvido que seremos (Seix Barral, 2006), el libro que Héctor Abad Faciolince escribió sobre el asesinato de su padre, explican mejor que ningún editorial de qué hablamos cuando hablamos de literatura y violencia.

“Bueno -dice Héctor Abad- si la violencia viene a tocar a la puerta de tu casa, y además eres escritor, ¿cómo ignorarla, cómo volver la vista o la cara para otro lado y vivir y escribir como si nada hubiera ocurrido? No creo que nadie sea capaz. Hasta el menos comprometido y realista de los escritores, Borges, escribió sobre la violencia padecida por sus abuelos, sobre la cárcel padecida por su madre. La violencia es como el calor, como el mar, como las montañas. Si uno escribe desde un barco, frente a las olas, o sumergido en el calor, con vista a las montañas esto se refleja en la escritura. Son datos ineludibles. La violencia es como un caldo, como el aire: la violencia está ahí y no puedes ignorarla. No es lo mismo escribir en Suiza que escribir en Colombia. Suiza es mejor para vivir; Colombia es mejor para escribir. Pero prefiero la vida a la escritura”.

-¿Puede algo un escritor contra la violencia polìtica?
-No puede nada. Las palabras son impotentes y los libros son un pésimo escudo contra las balas. Pero tienen algún sentido, de todos modos: hacen que el horror se sepa y si hay una conciencia moral en los seres humanos, en algunos, las palabras ayudan a que la violencia no se perpetúe, a que el horror no se repita, a que unos pocos actúen contra la barbarie”.

Por el contrario, Evelio Rosero (Bogotá, 1958), dice que no, que el escritor lo puede todo, aunque reconoce que la violencia “influye como influye la realidad, cuando es tremenda, visceral y colectiva, cuando se impone hasta en la cotidianidad. Sus consecuencias, por supuesto, son distintas, en los distintos escritores. Eso lo hace mejor, plural, multifacético. Y, sin embargo, todos venimos de ella -la violencia-, hacia ella vamos, y, sobre todo, contra ella, mediante el mismo reflejo de la violencia y los violentos, porque se trata de un reflejo cuestionador.
Autor de una novela, Los ejércitos, galardonada con el premio Tusquets en 2007, que nació ante “la diaria indiferencia que se apodera del país ante una realidad cruel -secuestros, desaparecimientos”, niega la mayor y asegura que la literatura, contra toda evidencia, “lo puede todo, si la obra es legítima, quiero decir, de auténtico arte literario. La obra es modificante de conciencia; ningún hombre es igual después de leer un libro de verdad; se enriquece del otro, aunque ese “enriquecimiento” sea la misma desolación. Pero es un compartir humano, que se prende de la memoria, que no se olvida nunca. Por eso un escritor lo puede todo contra la violencia política; no es un logro inmediato, como el que puede lograr un programa de televisión, pero es más profundo y determinante, siempre y cuando el libro llegue al lector.

Centroamérica Horacio Castellanos Moya A Horacio Castellanos Moya (Tegucigalpa, Honduras, 1957), la violencia en su país de adopción, El Salvador, le obligó a huir a Canadá a finales de los años 70. Costa Rica, México, España, Alemania, Estados Unidos o Japón son otras estaciones de un exilio que sólo hace poco ha logrado terminar. ¿O no?

“Las sociedades centroamericanas -explica- han padecido un creciente nivel de violencia en las últimas décadas. Primero una violencia política, que luego se recicló en violencia criminal. Son sociedades aterrorizadas en las que la criminalidad es la comidilla diaria. Los sistemas democráticos han sido incapaces de contener o disminuir este fenómeno. La literatura que surja de semejantes sociedades no puede ser ajena a esa atmósfera en que la violencia lo permea todo. Si el escritor es una especie de radar de su época, su obra reflejará de una u otra forma ese clima violento, no porque el escritor se lo proponga, o porque tenga una ‘agenda' sobre la violencia, sino porque esa es su levadura. La violencia genera pasiones muy fuertes, extremas: odio, venganza, rabia, conmiseración, valentía. Y la literatura trata sobre eso, sobre las pasiones humanas.

-¿Y cómo influye en su obra?
-Quizá yo tendría que sentirme afortunado de que me haya tocado vivir en sociedades donde la violencia saca a flote las pasiones más profundas del hombre. Toda gran literatura ha procedido de ese tipo de sociedades, desde Homero y Sófocles, pasando por Virgilio y Shakespeare, hasta la gran literatura contemporanea, como lo puede comprobar usted con Vasili Grossman.

-¿Qué puede un escritor contra la violencia política?
-Si un escritor está interesado en combatir la violencia política lo que procede es que se olvide de la literatura e ingrese a un grupo, organización o partido para que le encuentre sentido a su causa y pueda hacer algo concreto al respecto. Si le molesta la compañía de los seres humanos, también puede comprar una pistola y aprender a disparar, de tal forma que cuando vengan a por él les salga caro. Y si no le apetece ninguna de estas opciones, porque lo que quiere es seguir escribiendo, lo prudente es que se largue antes de que sea demasiado tarde.

Cuba
Pedro Juan Gutiérrez

En la literatura cubana hay de todo: están los que huyeron, y también quienes se esconden o se resignan a sobrevivir o a gozar, simplemente, del día a día.

Poeta, novelista y pintor, Pedro Juan Gutiérrez (Matanzas , 1950), dice ahora que hay demasiada violencia en sus libros. “Hay de todo. Desde una poesía muy intelectual, muy elaborada, muy lezamiana, con un alto dominio del lenguaje y que se ocupa de cuestiones metafísicas, hasta una prosa dura, fuerte, directa, con libros muy buenos de Wendy Guerra, Angel Santiesteban, Leonardo Padura, Marilyn Bobes, Senel Paz, yo mismo, y otros más, donde hay un alto grado de violencia y de incorrección política, como debe ser. Aunque no hay tradición de una violencia muy acentuada en nuestra literatura. Creo que es un fenómeno que se ha agudizado en los últimos años, sobre todo de 1990 hacia acá, cuando comienza la crisis en el país tras la caída del Muro de Berlín”.

Lo peor es que, tras tanta violencia y represión, uno acaba como Pedro Juan, convencido de que el culpable puede ser él: “Hay demasiada violencia en mis libros. Un exceso de violencia. Yo mismo he estado inmerso en esa vida violenta del barrio donde vivo: Centro Habana. Y esa realidad brutal me ha impregnado hasta los huesos. Y eso que me controlo mucho, reduzco la realidad para hacerla creíble. Hay habaneros que viven en otros barrios mejores y creen que yo exagero. Pero no. Hace años que dejé de tomar notas y no hago caso a lo que sucede. Quiero cambiar mi cuerda. Escribir de otra cosa. Lo cual, supongo, es imposible. Pero no sé. No sé. El caos y el desorden reinan a mi alrededor y dentro de mi y se meten dentro de mis libros y me clavan los colmillos en la yugular”.

México
Ignacio Padilla

No es fácil convivir con la violencia. No en lo que fue el territorio sagrado del PRI durante más de un siglo, y hoy cada día uno, como Ignacio Padilla (México DF, 1968), se amanece con noticias de balaceras y cientos de muertos en ajustes de cuentas de los narcos o acciones de la policía, o lo que sea. Por eso, a veces, sea más sencillo hacer como Padilla ydecir que la violencia le afecta poco, sólo “como han influido en la literatura de todos los pueblos todas las emociones humanas, es decir, muchísimo. No concibo el arte sin la impronta de la violencia, la ira, el miedo, el amor, la dicha...

“O sea", dice, “la violencia en México o en la antigua Roma, los campos de exterminio en Polonia o los campos de prisioneros en Suráfrica a principios de siglo, me afectan y afectan mi escritura en la medida en que soy parte de la humanidad y para la humanidad escribo”.

Y no hay remedio: contra la violencia, el escritor, insiste Padilla, no tiene otra responsabilidad “que la de escribir la mejor obra posible. Nada, en principio, puede o debe hacer directamente contra la violencia política”.

Venezuela
Alberto Barrera Tyszka

Raras, impuntuales, sorprendentes... las relaciones entre literatura y violencia nunca han estado en Venezuela tan marcadas como ahora, por la “desigualdad”, confirma Alberto Barrera Tyszka (Caracas, 1950), ahora que “la violencia está demasiado presente en nuestras vidas. Es imposible mantenerse al margen. Tal vez por eso se está reinventando un nuevo tipo de literatura social o política en Latinoamérica. Escrita desde el fracaso, desde el miedo y la desconfianza. Es una literatura que busca dar cuenta de la realidad sin pretender definirla totalmente, sin ofrecer demasiadas conclusiones. Porque no queremos hacer periodismo. No nos interesa que la literatura se convierta en un editorial. Pero tampoco queremos negarnos a escribir sobre lo que estamos viviendo, sobre lo que nos afecta. La imaginación no se opone a la realidad”.

Premio Herralde en 2006 por La enfermedad, el poeta y narrador venezolano reconocer vivir “en un país con altísimos niveles de inseguridad y grandes problemas de pobreza. Nuestras estadísticas de criminalidad son altísimas. Caracas es una de las ciudades más peligrosas del mundo. Aparte de eso, también vivimos en una permanente situación de confrontación política. Tenemos un Presidente que es fundamentalmente militar, que cada semana amenaza con pulverizar a un enemigo interno o externo, que sólo entiende la política como una guerra… Supongo que nadie puede escapar de esto. Tampoco la literatura. La violencia ha venido convirtiéndose en un tema cada vez más recurrente en nuestro país. Pero también en una forma, en una experiencia literaria. La violencia política, casi siempre, se alimenta de la polarización. No tiene argumentos sino emociones, le huye a cualquier complejidad, pretende que los estereotipos sean una ideología. Me gusta pensar que la escritura es el lugar de las preguntas. Que está más cerca de las dudas y de las contradicciones que de los himnos y de las consignas. Eso también es una forma de no banalizar la violencia, de no convertirla en un espectáculo pintoresco, en otra de nuestras etiquetas de identidad. Los escritores somos ciudadanos comunes pero la literatura no puede sustituir al sistema de justicia. Aunque quizás sí pueda al menos arrimar unas preguntas, sumarle un poco de complejidad a las distintas versiones de la realidad que tenemos.

Gelman cierra la Feria de Frankfurt


El poeta.


El gran poeta Juan Gelman ha cerrado con total éxito la Feria de Frankfurt 2010. Borges fue el puente, Gelman el camino. Así comenta la revista Ñ la participación del lírico argentino:

El pabellón argentino desborda. En la mesa un presentador alemán, Michael Schmitt, dentro de un rato tendrá que ingeniárselas para sacarle alguna respuesta al poeta Juan Gelman, que está a su derecha. A su izquierda, habla en castellano el escritor islandés Gudbergur Bergsson. Los miran desde atrás, desde el mural que fue haciendo Rep en estos día, Julio Cortázar, Borges, Arlt, Ulrico Schmidl, Esteban Echeverría, Alfonsina Storni, Alejandra Pizarnik, muchos más.

Se acaba la Feria, termina este año en el que la Argentina recorrió Alemania con libros, lecturas, muestras de arte, conferencias, se acaba la serie de discusiones por el pabellón, que empezó por los iconos (Maradona, el Che y Eva Perón, además de Borges y Cortázar), pasó por la estética –muy vital para algunos, demasiado cargado y “turístico” para otros– y terminó con críticas por la inclusión de tres fotos de la presidenta Cristina Kirchner, de buen tamaño.

De parte de los dueños de casa, hubo elogios. “Tuvimos una presencia argentina muy conmovedora”, dijo Juergen Boos, director de esta inmensa Feria. “El nexo entre los autores era la responsabilidad política respecto de su idioma, de su origen, de su historia y del futuro.

Es el invitado de honor con más literatura en muchos años ”. El sábado, Boos había dicho a Clarín: “Nunca tuvimos tantas traducciones al alemán, nunca tuvimos tantas notas de prensa. Vimos mucho interés por el país”. Y había hablado del caracter literario de esta presencia. “El año pasado, con China, la política copó todo. Antes, con Turquía, el tema era la censura, las dificultades de expresión. Con Cataluña, la autonomía. Aquí se habló de literatura y aunque la política estuvo presente, con la dictadura sobre todo, lo estuvo en boca de escritores. Un balance de política y literatura: de eso se trata todo esto”.

Efectivamente, la dictadura y las políticas de la memoria fueron el sello de esta presencia. El sábado, un periodista alemán señalaba que de eso se trataba el 30 por ciento de los libros traducidos a través del subsidio que establece el programa Sur, de Cancillería. Y se preguntaba si el número era representativo, si acaso el 30 por ciento de lo que se escribe en el país habla de la dictadura. Le contestó Claudia Piñeiro, autora de Las viudas de los jueves y una de las escritoras argentinas más requeridas en Alemania: “Hay que pensar que hoy hay chicos de 30 años que viven con familias que no son sus familias y que, además, quizás sean los que mataron a sus padres. Y no es lo mismo cómo la literatura se ocupaba de la dictadura años atrás que como lo hacen ahora Félix Bruzzone o Laura Alcoba. Los efectos deberían estar en todas las novelas, somos un país que pasó por una dictadura.” Pero terminó. Terminó ayer, cuando Magdalena Faillace le pasó el testimonio al islandés Sigtryggur Magnason. Pero antes, un ratito antes, el presentador Schmitt citaba a Tomás Eloy Martínez: “Aun cuando nací en la Argentina y pasé casi toda mi vida ahí cada vez que visito el país lo comprendo menos”. Schmitt adhirió: “Muchos alemanes dirían los mismo respecto de su país”. Y contó: “En los últimos días, nos dimos cuenta de lo orgullosa que está la Argentina de sus escritores”.

Hora de los escritores, entonces. Habla Gelman: “Bergsson es del norte, yo del sur pero no hay norte ni sur para la escritura. Sus puntos cardinales son otros. La literatura islandesa nació hace muchos siglos, cuando se pobló la isla y nuestra ignorancia de ella es abismal”. ¿Ignorancia? Gelman vuelve al puente, vuelve a Borges: “Borges admiraba la literatura y la lengua islandesas y consideró que las sagas son joyas de la literatura universal”. El castellano y el islandés son diferentes pero “sus músicas forman parte de la gran partitura de las lenguas del planeta”, dijo el poeta, y dedicó su lectura –la que estaba a punto de hacer—a Paco Urondo, Miguel Angel Bustos, Rodolfo Walsh y Haroldo Conti, “que cayeron en combate contra la dictadura militar o fueron asesinados en las mesas de tortura”.

Después leyó poemas, después le dijo al presentador que no creía “que el dolor o la felicidad sean el motor de la escritura” y que “ nadie se propone nada con la escritura , lo que sale sale y el resto es silencio”, después le tocó al escritor islandés.

“Hay un pájaro que viene de la Argentina todos los años, pasa el verano en Islandia y después vuelve a la Argentina, dice Gudbergur Bergsson. Y lee un cuento que se llama “El hombre de la Patagonia” y que empieza: “Soy el hombre de la Patagonia, traigo la paz”. Habla buen castellano, lee en islandés, pone en el pabellón argentino los sonidos extraños del islandés, salpicados por –¿dijo eso?—palabras como “Poncho”, “Julio Cortázar”. Y en el relato cuenta que le contaron que había en la Argentina una mujer tan rica tan rica tan rica que hizo que Picasso le tatuara una hoz y un martillo en el hombro, para exhibirla cuando andaba con vestidos sin mangas frente a Perón. Y es Cortázar el que dice, en el cuento, “Esa tiene que haber sido Victoria Ocampo”. No viene de la Patagonia (ahora), viene de Islandia Bergsson. Pero saluda: “Que la paz sea con ustedes, todos los que llegan y salen de Frankfurt”.

Entonces llega la hora del traspaso oficial. Faillace –que estuvo a cargo de todo esto– agradece a los escritores, a los periodistas, a los organizadores, a todos y al gobierno argentino, pasa revista de lo actuado, lee un poema (a Islandia, de Borges), abraza a Juergen Boos y bueno, entrega el rollo.

El hombre que lo toma tiene tiempo para un elogio más. Argentina, dice, mostró “que la literatura no es solamente entretenimiento, no es solamente negocio , es parte de la sociedad, de la democracia, de la humanidad”.

Y empieza a hablar de Islandia. Listo. Somos pasado. Lo hecho, hecho está. La paz sea con los que llegan y con los que nos vamos.

8.10.10

Poema del Viernes # 39


William Ospina (Padua, Colombia 1954)


HIROSHIMA

Todas las hojas
de diez largos otoños
en un instante.

7.10.10

Vargas Llosa es Premio Nóbel¡¡¡


El escritor peruano.


¿Qué decir? Así lo anuncia europapress:
El escritor peruano Mario Vargas Llosa ha obtenido el Premio Nobel de Literatura 2010. El Comité Nobel ha destacado "su cartografía de las estructudeas del poder y sus mordaces imágenes sobre la resistencia, la revuelta y la derrota individual".

El autor de La ciudad y los perros (1962), La casa verde (1965), Pantaleón y las visitadoras (1973) y La tía Julia y el escribidor (1977) es una leyenda viva de la literatura hispanoamericana recibirá 10 millones de coronas suecas (un millón de euros) por el premio.

El escritor, que también posee la nacionalidad española, publicará su nueva novela, El sueño del celta, el próximo mes de noviembre. Es el primer premiado en lengua castellana desde que se le concediera el premio a Octavio Paz hace dos décadas.

Y así el diario El país:

La Academia Sueca ha roto la tendencia de los últimos años y ha concedido a Mario Vargas Llosa el premio Nobel de Literatura, el primero que recibe un escritor en lengua española desde 1989, cuando lo recibió Camilo José Cela.

Vargas Llosa era un clásico de los candidatos al Nobel desde hacía muchos años. Su candidatura, sin embargo, parecía en declive. Primero, se argumentó que el Nobel de Gabriel García Márquez ya competía para todos los escritores de su generación, la del 'Boom' latinoamericano. Después, se consideró que su postura política, liberal, crítica con la socialdemocracia, no era coherente con la línea de la Academia sueca. Los nombres muy conocidos también habían desaparecido de la lista en los últimos tiempos.

La carrera y la vida de Vargas Llosa es conocida: su infancia en una familia de clase media descompuesta está contada en 'La ciudad y los perros', ambientada en el colegio militar Leoncio Prado. El paisaje de su juventud limeña aparece en 'Conversación en La Catedral'. Sus años en Bolivia se dejan ver en 'Pantaleón y las visitadoras'...

Después, Vargas Llosa se trasladó a Barcelona y se convirtió en núcleo duro del 'Boom' latinoamericano, junto al que entonces era su amigo Gabriel García Márquez, y al amparo del editor Carlos Barral. Vargas Llosa sólo volvió a Perú para competir en las elecciones presidenciales de 1990. El escritor, que se presentó con un programa de corte liberal, perdió las elecciones en contra de todos los pronósticos ante un candidato de origen japonés casi desconocido: Alberto Fujimori.

6.10.10

Lo que dice Patricio Pron sobre Granta


El escritor argentino.


Siempre he recomendado el blog de Pron, en El Boomeran(g), por su capacidad de análisis crítica respecto a su manera particular de sentir la literatura, o mejor, de percibirla. En su último post, cuestiona "amistosamente" la inclusión de algunos autores de la ya famosa lista. Comenta, además, que lo más interesante de aquella lista es lo que ha generado en latinoamérica, y no los 22 escritores en sí. Algo más: da un pequeño guiño sobre este blogger, cosa que le agradezco. A ver si nos vemos, por fin, y si se concretan algunos asuntos, en Salamanca. Dice Pron:

I

Quizás la situación más inconveniente sea la de ser juez y parte de algo; a pesar de ello, sin embargo, quisiera decir algunas palabras sobre ciertas intervenciones públicas en torno a la reciente publicación del número de la revista Granta dedicado a los "mejores narradores jóvenes en español", algunas de ellas muy ecuánimes y otras particularmente desafortunadas (véanse los comentarios aquí y aquí, por ejemplo).

Lo primero, desde luego, es que no hay nada parecido a "mejores" escritores; con esto quiero decir que, del mismo modo que el valor en literatura no es absoluto sino que surge de las comparaciones que el lector establece entre unos textos y otros, la comparación alrededor de la cual se articula la noción de valor es imposible, ya que los autores realmente interesantes tienden a ser muy diferentes entre sí. ¿Quién es mejor? ¿Franz Kafka o Ricardo Piglia? ¿Cynthia Ozick o Javier Calvo? ¿Biel Mesquida o John Banville? Naturalmente, mi argumento aquí es trivial, pero la longevidad y la difusión de la idea de que existen unos escritores "mejores" que otros demuestra que la intromisión de criterios comerciales en la recepción de la literatura está mucho más internalizada de lo que suponíamos: que una empresa sostenga que su lavadora es mejor que la de la empresa rival resulta relativamente comprensible, porque de esa afirmación depende su éxito comercial; que alguien se lo crea, por el contrario, es peligroso y ridículo. Un comentarista anónimo resumió muy bien este aspecto, al afirmar: "it's just according to Granta, not necessarily for granted..." Muchas intervenciones públicas parecen basarse en este malentendido.

Un segundo aspecto del asunto es el de la supuesta "juventud" de los autores seleccionados, todos los cuales (como apunta el crítico español Ignacio Echevarría en un artículo reciente superan los treinta años de edad, con la excepción del boliviano Rodrigo Hasbún, que tiene veintinueve. No creo que sea realmente necesario discutir si alguien es joven a esa edad; sí me parece relevante recordar que la literatura consiste en la práctica de una serie de técnicas y el ejercicio de ciertos recursos que sólo se adquieren tras un aprendizaje prolongado y a menudo dificultoso. Una referencia personal: comencé a escribir alrededor de 1990; tengo la impresión de que no mucho de lo que escribí tuvo demasiado valor hasta aproximadamente 2005. La ausencia de escritores menores de veinticinco años en la lista de Granta (a algunos de los cuales leo regularmente y con mayor interés que a mis coetáneos) puede deberse a las dificultades relacionadas con la adquisición de la herramienta y al hecho de que los números que la revista dedica a los "Best of" se suceden cada diez años: el siguiente número de Granta dedicado a los "mejores narradores jóvenes en español" tendrá a esos autores como protagonistas. Naturalmente, también entonces se discutirá si no son demasiado viejos para formar parte de la selección y alguien preguntará por qué no están los que por entonces tengan veinte años: decenas de futuros escritores de aproximadamente diez años de edad en este momento apartan a un costado su ejemplar de lo-que-quiera-que-estén-leyendo-en-este-momento y comienzan a rechinar los dientes.

Una cosa más en torno a la cuestión de la edad que no parece haber sido considerada por algunos: como señala Javier Calvo, el límite de treinta y cinco años de edad establecido por los organizadores "es arbitrario, pero se ajusta a la tradición que ha seguido la revista Granta desde hace décadas de crear antologías de autores recientes y jóvenes para dinamizar la escena literaria y promover recambios generacionales. Es una estrategia que habitualmente ha funcionado. Y además, cualquier edad sería arbitraria". Me permito agregar que también habría sido arbitrario escoger a los autores por el tipo de narrativa que practican, por el color de su piel, por su país de origen o por sus preferencias sexuales. Este argumento resulta también relevante en relación a otra objeción que se ha hecho a la lista de Granta: la de la escasa presencia en ella de mujeres.

Alguna vez las mujeres lucharon por ser reconocidas por su trabajo y no por su sexo; ese tiempo parece haber quedado atrás, ya que algunas voces (muchas de ellas femeninas) pretenden asignarles ahora un papel más importante en situaciones como ésta de Granta no en virtud de su producción sino en la de su pertenencia a un género. Algunos llaman a esto "discriminación positiva", un término absolutamente antitético en mi opinión. Que "el canon sigue siendo masculino", como declaró a la prensa una de las autoras seleccionadas, no solamente es una afirmación trivial si no toma en cuenta además que el canon es "masculino" no solamente porque históricamente han sido hombres los que han establecido qué y cuándo debía leerse sino también porque, históricamente, las mujeres han visto impedido su acceso a la literatura en nombre de una discriminación que no difiere mucho de la que pretende aplicarse en estos días en nombre de la corrección política; también, si no se recuerda el hecho (que a mí me parece obvio) de que la lista de Granta no constituye ningún tipo de canon: el canon es una construcción social en la que intervienen diferentes actores y nunca surge de una institución única, mucho menos de una revista. Además, creer que ese canon estará conformado sólo por veintidós autores es una buena forma de sentirse importante y de despreciar a los autores que no forman parte de la lista por razones puramente prácticas (de edad o de espacio) pero no se sostiene en absoluto.

A las objeciones relacionadas con la edad y con el género de los autores que forman parte de la lista se suma la de, en palabras de un comentarista anónimo, "ignorar a México y a toda Centroamérica". No me parece una objeción completamente válida: me dicen que algunos autores centroamericanos formaron parte de la short list de los jurados, y México está representado por un escritor de esa nacionalidad, Antonio Ortuño, cuya presencia en la selección me parece absolutamente justificada y otorga a México un sitio del que por una razón o por otra no disponen países de tradiciones literarias importantes como Paraguay, Ecuador, Venezuela y Cuba. En el caso de Centroamérica, además, los propios organizadores han comentado las dificultades que han tenido para difundir la convocatoria en los países de la región debido a la inexistencia de una prensa cultural solvente y de contacto con las escenas literarias locales. Que un país como El Salvador no haya podido aportar un escritor o una escritora a la lista no debería sorprender a todo aquel que tenga en cuenta que la literatura es producida en un sitio específico y en circunstancias políticas y económicas específicas, puesto que un país que apenas puede darse a sí mismo un gobierno a duras penas puede ocuparse de asuntos menos relevantes que su supervivencia.

Que la lista de Granta conste de una mayoría de autores argentinos y españoles ha sido visto precisamente como una concesión de los organizadores de la convocatoria y de su jurado al mercado literario. No es completamente desacertado sostener esto, pero entre las voces que se han alzado para repudiar este hecho no he escuchado ninguna que diese cuenta de que esto no es el resultado de una preferencia específica de la revista (la que, por otra parte, es una revista comercial, como todos deberíamos recordar, de allí que sea ridículo cuestionar su "desequilibrio y poco rigor académico" como hacía recientemente un escritor venezolano que no entró en la convocatoria), sino del funcionamiento mismo del sistema literario. ¿Por qué hay más escritores argentinos y españoles en la lista? Probablemente porque, a pesar de las crisis económicas y políticas que afectan regularmente a ambos países, tanto España como Argentina han conseguido dotarse de una escena editorial relativamente estable y solvente capaz de proveer a un núcleo duro de lectores; ese núcleo de lectores es la condición necesaria para el funcionamiento del sistema literario, ya que los escritores surgimos precisamente de allí: los buenos libros se escriben precisamente donde se leen buenos libros. En mi opinión, es la calidad de los lectores argentinos y españoles la que está detrás de la cuantía de la representación de sus escritores en la lista de Granta, más que el servilismo a su industria editorial.

Una de las principales "perdedoras" es, precisamente, la industria editorial española, ya que (contra lo sostenido por algunos comentaristas poco informados) buena parte de los integrantes de la lista (Andrés Ressia Colino, Oliverio Coelho, Federico Falco, Rodrigo Hasbún, Andrés Felipe Solano y Carlos Yushimito) no ha sido publicada aún en España. Si la lista permite arrojar alguna conclusión de valor, ésta se extrapola del hecho de que ni las editoriales habitualmente consideradas poderosas ni aquellas cuya función es explícitamente la de mediar entre América Latina y España han salido triunfadoras: la editorial que más autores tiene en la lista es la madrileña Lengua de Trapo, a la que habrá que continuar prestándole atención en los próximos meses.

Por otra parte, resulta significativamente ridículo que se presuma un interés exclusivamente comercial en la conformación de la lista, ya que ésta carece de las cuotas que la convertirían en un producto "adecuado" desde el punto de vista comercial. Granta publica por primera vez un número dedicado a la literatura en español en virtud del interés que existe en los Estados Unidos por la literatura y la cultura en ese idioma; se requiere una gran valentía por parte de los jurados que han intervenido en la selección para entregar una lista que no respeta absolutamente ninguna cuota y prescinde de la corrección política inevitable en este tipo de selecciones para el mercado norteamericano: no hay una representación demográficamente adecuada de mujeres ni cuotas nacionales, no hay autores chicanos y ninguno de los seleccionados practica el spanglish, no hay autores centroamericanos, tampoco negros y ningún autor o autora cuya obra sea susceptible de ser considerada "homosexual". Que esos no hayan sido los criterios que presiden la selección es una de las mejores noticias que trae Granta.

II

Puesto que algunos lectores me han preguntado aquí y en otros sitios qué opino de la lista de Granta, y como otros autores seleccionados como Alberto Olmos lo han hecho ya (superando el inconveniente que observaba al comienzo de este artículo de ser juez y parte en la situación), me gustaría responder que la lista de Granta me parece más interesante por lo que ha sido capaz de generar (y por lo que generará aún) que por su propia constitución. Mi impresión es que dos de los autores, de centralidad indiscutida en el sistema literario al menos desde el punto de vista comercial, ya han dado lo mejor de sí (incluso aunque no fuera mucho) y que cabe esperar poco de ellos en el futuro, excepto más premios y distinciones, que nunca son realmente literatura; también, que siete me parecen demasiado conservadores y lo suficientemente carentes de riesgo como para que (aún reconociendo su capacidad técnica) no tenga demasiado interés en su obra; también, que uno de ellos me parece claramente epigonal y que su inclusión en la lista tan sólo es justificable porque el autor del que éste es epígono es relativamente desconocido fuera de su país de origen. En términos personales, y como lector, me alegra mucho que la lista incluya a Alejandro Zambra y a Carlos Labbé (autores de un experimentalismo cuya radicalidad podría haberlos excluido de la lista de haber sido ésta una lista claramente comercial) y la inclusión de aquellos a los que no he leído aún, ya fuese por falta de tiempo o porque sus libros no circulan fuera de sus países de origen. Los descubrimientos que Granta posibilita me parecen lo más interesante de la lista conformada por Mercedes Monmany, Edgardo Cozarinsky, Francisco Goldman, Isabel Hilton, Aurelio Major y Valerie Miles. A esos descubrimientos habría que sumarle los de otros autores que no forman parte de la selección pero cuyo nombre también ha sonado en estos días (a veces con una frecuencia inusual, lo que hace pensar que su ausencia de la lista final también les ha beneficiado de algún modo). Entre ellos están Yuri Herrera, Florencia Abbate, Brenda Lozano, Félix Bruzzone, Emiliano Monge, Juan Sebastián Cárdenas, Hernán Ronsino, Álvaro Enrigue, Susana Haug Morales, Mario Cuenca Sandoval, Claudia Hernández, Federico Guzmán Rubio, Juan Terranova, Use Lahoz, Tryno Maldonado, Andrea Jeftanovic, Óscar Sipán Sanz, Gabriela Wiener y Ramiro Sanchiz, a los que he leído, y otros autores que espero leer pronto como Esteban Mayorga, Claudia Apablaza, Matías Capelli, Sonia Budassi, Antonio Doñate, Luciano Lamberti, Jaime Mesa, Pablo Ali, Eduardo Montagner, Pablo Natale, Luis Felipe Lomelí, Federico Vite, Agustín Goenaga, Ximena Sánchez Echenique, Geney Beltrán Félix, Carlos Velázquez, Valeria Luiselli, Ricardo Silva, Aura Estrada, Inés Bortagaray, Rodrigo Blanco Calderón, Eduardo Sánchez Rugeles, Eduardo Varas, Javier Munguía, Ricardo Abdahllah, José Miguel Vilar-Bou, Hellman Pardo y Andrés Mauricio Muñoz. Todos ellos son parte de una literatura de una gran diversidad cuyo mapa está conformándose constantemente; que la publicación de una revista sirva para pensar sobre ese mapa es una noticia excelente. Naturalmente, la lista final de Granta no es perfecta; la perfecta es la que conforme el lector, con estos autores y con otros que sean de su preferencia. Que algunos lectores ya estén haciéndolo es probablemente la mejor noticia de este número de Granta.