La industria cultural tiembla. Ejecutivos, académicos y artistas de todo el mundo plantearon su preocupación por el crecimiento de la piratería y la violación de los derechos de autor en Internet durante la II Cumbre Mundial de Derecho de Autor que se celebró esta semana en Washington. Las inquietudes de los participantes iban desde la creciente visión de que si algo está en Internet "es gratuito" a ataques frontales como el del cineasta Milos Forman, que acusó a los piratas informáticos de promover el comunismo y "robar a los pobres" con las descargas de películas.
El estadounidense Richard Stallman, hacker, programador y uno de los principales activistas a favor del software libre, planteó con un juego de palabras uno de los grandes dilemas en torno de los derechos de autor en Internet: "libre como en libertad, no como en cerveza libre". Programas como el sistema operativo de uso libre Linux o la enciclopedia online Wikipedia han demostrado el potencial de los soportes de contenido gratuito cuando sus usuarios además los actualizan y los completan.
El término "Comunista" ya fue utilizado para atacar a los hackers por el magnate de la informática Bill Gates. En un artículo que apareció en mayo en la revista Wired, el periodista Kevin Kelly reflexiona sobre el neo-colectivismo que ha nacido en Internet: "no es el socialismo del siglo XIX, no cree en la guerra de clases, no es antinorteamericano y actúa, más que sobre el gobierno, sobre la cultura y la economía". Sin embargo, esto último podría cambiar. Christian Engstrom, representante del Partido Pirata de Suecia, recibió el 7,1% de los votos esta semana e integrará el Parlamento Europeo. Muchos analistas creen que el partido ganó popularidad tras la condena a los fundadores de The Pirate Bay (la página de intercambio de archivos más importante del mundo) a un año de cárcel y una multa de 3,5 millones de dólares para compensar a compañías como Warner Bros, Sony y Emi.
En el Congreso que terminó el jueves, el senador republicano Orin Hatch aseguró que la piratería le cuesta a la economía estadounidense 58 mil millones de dólares al año. En 1998, un fuerte lobby integrado por compañías discográficas, cinematográficas y de computación presionaron para que se aprobara el Digital millennium Copyright Act: una ley que volvía ilegales los mecanismos de decodificación digital. En mayo de este año, Francia aprobó una ley antipiratería pionera porque abre la posibilidad de condenar (por ahora, sólo multas y suspensión de la conexión a Internet) a los usuarios que descarguen material protegido por derechos de autor. Sin embargo, para algunos la ley nace ya obsoleta. El streaming (mecanismo que usan portales como You Tube) permite ver directamente los contenidos sin descargarlos.
Hoy y mañana, en en el auditorio de la facultad de Ciencias Sociales de la UBA (Franklin 54) comenzará el ciclo "El derecho de autor en el Mundo Digital", un espacio local para esta discusión global. Patricio Lorente (presidente de Wikimedia argentina) da un dato curioso. El grupo cómico Monty Python subió sus videos a Youtube y las ventas en Amazon se dispararon un 23.000 por ciento.
1 comentario:
Me gusta el artículo, aunque me gusta más la moniae Bennedetti. El poema que publiqué en el blog es mio, bajo la influencia de la noche y el dadá. Gracias por el comentario!
Pilar.
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