23.9.09

Rafael Balanzá: Premio Gijón de novela 2009


Rafael Balanzá.

Un completo desconocido se acabó llevando este premio dotado de 30.000 euros, lo cual demuestra la imparcialidad del concurso. Dice la nota, en ABC:
«Te voy a matar. Ahora mismo, no, pero te voy a matar». No es mal principio para una novela, ni lo ha de ser para una novela recién galardonada, «Los asesinos lentos», de Rafael Balanzá, que ha obtenido el Premio de Novela Café Gijón 2009, que editará en enero Siruela. Quinientos treinta y nueve originales han concursado en esta ocasión. El propio autor (alicantino del 69, aunque residente en Murcia) trazaba las líneas maestras de su obra al definirla como «una novela negra, pero muy sui generis, trufada de terror psicológico, protagonizada por dos viejos amigos que compartieron sueños y derrotas en un grupo de rock deudor de U2. Uno de ellos es Juan Cáceres, un hombre dueño de una tienda de animales en un típico centro comercial, que cree que su vida le va bien, al menos en apariencia. Su antagonista es Valle, que lo envidia». Valle es, por cierto, el autor de la contundente y desasosegadora frase con la que comienza la obra.
Balanzá, fundador de la revista El Kraken («la mejor de Europa», según Fernando Arrabal) y autor del libro de relatos titulado «Crímenes triviales» tuvo en primer lugar palabras de agradecimiento para el jurado del Gijón. (galardón que creara en 1949 Fernando Fernán-Gómez, con 1.500 pesetas de premio, bastante lejos de los 30.000 euros de la presente edición, que siguen patrocinando el Ayuntamiento gijonés y Cajastur), compuesto por Rosa Regás, José María Guelbenzu, Marcos Giralt Torrente, Mercedes Monmany y Antonio Colinas, y también las tuvo para tres escritores que le han ayudado en sus primeros pasos y pinitos literarios, como son el citado Arrabal, Manuel Moyano y Luis Alberto de Cuenca. A propósito de «Crímenes triviales», De Cuenca ya señalaba en marzo de 2008 en ABCD, que «siguiendo los modelos de Kafka, Borges y Cortázar, estamos ante un gran cuentista que acaba de nacer». No le ha faltado razón. El mismo Rafael Balanzá reconoció la herencia del autor de «La metamorfosis»: «Sin ninguna duda, Kafka es novelistas el que más impacto me causó y me sigue causando. Soy una narrador clásico, no me gustan los experimentalismos vacuos. Creo que todos los recursos narrativos se deben poner al servicio a la historia que arranca con la primera fase. Para mí, una novela debe ser una bala que va a hacia un objetivo, si no, no me interesa».

No hay comentarios: