Darío Jaramillo Agudelo apunta en su Poesía en la canción popular latinoamericana este desprecio que en nombre de la Poesía y la Cultura -las escribe con mayúsculas- se ejerce contra la canción. Y cita a Vázquez Montalbán: "Las prevenciones que despierta la subcultura son de un elitismo aristocrático obscenamente victoriano". Cree el poeta y novelista colombiano que la actitud más general con la canción popular y sus textos, por parte de lo que él llama "república literaria", es manifiestamente maniquea. Y afirma que, no sin ciertas dosis de envidia, los poetas desconfían de la popularidad.
Jaramillo parte del hecho de que, desde principios del siglo XX, y sobre todo a partir de 1930, tangos, boleros, rancheras y otros géneros musicales, propagados por los discos, la radio y el cine, modelaron la forma de sentir y decir el amor de varias generaciones de latinoamericanos. Una poesía no reconocida como tal, aunque sin duda emparentada con el canon literario, y forjadora de comportamientos que se esculpieron en el alma de los habitantes de un continente.
¿Existe poesía para ver en la poesía para oír? ¿Existe poesía en la canción latinoamericana? Son las dos grandes preguntas que guían el interesante trabajo de Darío Jaramillo. Habría una poesía para ver -de la literatura- y una poesía para oír, y por lo tanto una poesía en las canciones distinta de la que es para leer en silencio. Y él busca poesía para ver en esas letras de tangos, boleros o rancheras grabadas en la memoria.
Se trata de encontrar canciones con valor poético: versos leídos a la luz de la sensibilidad de un lector de poesía, y no de un oidor de poesía. Con ese espíritu aborda, en el cancionero que ocupa la segunda parte del libro, una antología comentada de clásicos argentinos como Cambalache, Vete de mí, Mano a mano o Sur; cubanos como Dos gardenias, Aquellos ojos verdes y Tú me acostumbraste, o mexicanos como Bésame mucho, Piensa en mí, Perfidia o Sabor a mí.
Establece el poeta sugerentes paralelismos entre poesía para oír y para ver. Y explica que, tanto en Cuba como en Argentina o en México, la canción popular está marcada por la estética modernista. Que la cronología de la poesía para leer en América Latina, y los momentos de nacimiento y auge de la canción, permitirían ver la coincidencia entre las varias generaciones de poetas modernistas y la concepción de las letras de las canciones. Y asegura que la frontera entre la poesía para ver y la canción no está, como alguno pudiera pensar, trazada por la calidad de un lado y la simpleza del otro.
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