Roberto Saviano eligió un diario inglés para confesar una verdad difícil. El libro que vendió más de 3,5 millones de ejemplares en todo el mundo, y que lo hizo rico y famoso, es el mismo que lo condenó a vivir en el exilio, lejos de los afectos y sin libertad. "Una vida de mierda", en esos términos el escritor napolitano, admirador de Messi y Maradona, calificó su existencia.
"Recuerdo con nostalgia los tiempos en que era un hombre libre", confesó el escritor que admite que el éxito del libro y de la respectiva adaptación cinematográfica no justifica su actualidad infeliz.
Saviano, que hasta ahora declaraba siempre haberse arrepentido "como hombre pero nunca como escritor" de publicar Gomorra, señaló que responde en ese sentido para exponer la última dosis de responsabilidad civil que puede exhibir. De todos modos, queda dicho: "Cuando paso delante de una librería y veo Gomorra en la vidriera, miro para otra parte".
Posiblemente, si Saviano, un hombre de apenas 30 años, hubiera sabido las consecuencias de escribir Gomorra, tal vez, jamás lo hubiera escrito. No obstante, ahora echa por tierra cualquier hipótesis. "Lo escribí y ahora pagaré el precio cada día de mi vida", insiste en el artículo.
A pesar del éxito y de los millones de dólares, no parece demasiado envidiable una vida como la de Saviano, que viaja a todas partes acompañado por cinco policías y dos automóviles blindados. "Desde hace 3 años que mi casa es una valija", se lamenta el escritor en el diario británico.
El único alivio, admite, es la solidaridad de sus lectores y de otros prestigiosos escritores, también perseguidos, como Salman Rushdie. El autor de las Los versos satánicos, le aconsejó por ejemplo que llamara a los medios más importante cada vez que una aerolínea aérea se niegue a darle lugar entre los pasajeros.
"En Italia la verdad ha dejado de existir", sentencia Saviano, que teme las embestidas informáticas de la Camorra. Con ese argumento se defendió de las repetidas acusaciones de plagio en su contra, mientras que continúa quejándose y vendiendo, a pesar de él, su flamante libro Lo contrario de la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario