24.6.09

Las traducciones: insoportables.


Samsa al despertar.

El argentino Ezequiel Martinez, quién estará como corresponsal de El Clarín de Buenos Aires en el Festival Malpensante, nos entrega esta vez la siguiente reflexión que no puede ser más acertada para estos tiempos de malas, malísimas traducciones:
A propósito de una nueva traducción de El tambor de hojalata de Günter Grass, Scott Esposito se preguntaba este fin de semana en el blog Conversational Reading

Da dos razones que considera de peso: ninguna traducción está jamás completa, y dado que las lenguas evolucionan, las viejas traducciones necesitan ser revisadas para no volverse obsoletas.

No soy un experto en el tema, pero hice una prueba con La metamorfosis de Franz Kafka a partir de cuatro versiones diferentes que encontré en mi biblioteca. La más añeja es la de Borges (¿es de Borges?), que además de las licencias que solía tomarse (¿de dónde sacó eso de “una agitación sin consistencia”, al final del primer párrafo?), está cargada de pronombres enclíticos: encontróse; hallábase; sentíase; infundióle; díjose...

Las otras tres son más recientes: 2004, 2005 y 2006, pero sirven de ejemplo para advertir que los desvíos dentro de un mismo lenguaje son siempre materia subjetiva, y que finalmente nunca habrá una traducción que se asome fielmente al original. Lean a Kafka mudado al castellano, y decida el lector si Gegorio Samsa se transformó en un insecto, un parásito o un bicho:

Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto. Hallábase echado sobre el duro caparazón de su espalda y, al alzar un poco la cabeza, vio la figura convexa de su vientre oscuro, surcado por curvadas callosidades, cuya prominencia apenas si podía aguantar la colcha, que estaba visiblemente a punto de escurrirse hacia el suelo. Innumerables patas, lamentablemente escuálidas en comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia.
Traducción de Jorge Luis Borges. Losada, Buenos Aires, 1938.

Una mañana, al despertar de un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se encontró en la cama transformado en un insecto monstruoso. Estaba acostado sobre la espalda, que era dura, como acorazada, y levantando un poco la cabeza pudo ver su vientre convexo, color pardo, dividido por unos arcos rígidos; la manta había resbalado sobre esa superficie y sólo una punta lo cubría todavía. Sus patas numerosas, de una delgadez lamentable en relación con el volumen de su cuerpo, se agitaban frente a sus ojos.
Traducción de César Aira. Brosquil Edicions, Valencia, 2004.

Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana, después de un sueño inquieto, se encontró en su cama convertido en un monstruoso parásito. Estaba echado sobre el duro caparazón de su espalda y vio, levantando un poco la cabeza, su vientre oscuro, combado por arqueadas callosidades, cuya prominencia apenas si podía sostener el cubrecama a punto de caerse al suelo. Sus numerosas patas, deplorablemente flacas en comparación con el tamaño anterior de sus piernas, se agitaban desvalidas ante sus ojos.
Traducción de Alessandra Lo Presti Editorial Quadrata, Buenos Aires, 2005.

Cuando, una mañana, Gregor Samsa se despertó de unos sueños agitados, se encontró en su cama transformado en un bicho monstruoso. Yacía sobre su espalda, dura como un caparazón, y al levantar un poco la cabeza vio su vientre abombado, pardo, segmentado por induraciones en forma de arco, sobre cuya prominencia el cubrecama, a punto ya de deslizarse del todo, apenas si podía sostenerse. Sus numerosas patas, de una deplorable delgadez en comparación con las dimensiones habituales de Gregor, temblaban indefensas ante sus ojos.
Traducción de Juan José del Solar. De Bolsillo (Random House Mondadori), Barcelona, 2006.
por qué a veces se hace necesario retraducir algunos clásicos.

2 comentarios:

Alejandro Mejía E. dijo...

Si eso pasa con el ingles que, en comparación, es una lengua sencilla y falta de expresión, ¿se imaginan lo qué pasa cuando traducen una obra del español a otras lenguas?
Bueno, aunque talvez sea ese el problema: es tan vasta nuestra lengua que podríamos decir una sola frase en ingles de mil maneras diferentes (con diferente tono, intensidad, caracter, etc.)
Mejor será aprender a leer en otras lenguas, de esa manera se queda uno con la propia interpretación y la propia traducción.

Lizardo Cruzado dijo...

Hola:
Es opinión consistente el que Borges nunca tradujo La Metamorfosis sino otros cuentos de Kafka:

http://www.ucm.es/info/especulo/numero10/borg_tra.html

http://www.ucm.es/info/especulo/numero12/bor_kaf3.html

Saludos.