26.3.09

EL FUTURO NO ES NUESTRO


Portada del libro. Fuente: Revista Ñ.

El futuro no es nuestro es la más reciente antología de cuento en hispanoamérica. Reune a 20 nombres de los 63 escogidos en piedepagina. Entre los 20 escogidos aparecen dos colombianos: Juan Gabriel Vásquez, de amplia acogida en España, y Antonio Ungar, los dos Bogota39. La recopilación la hizo el peruano Diego Trellez Paz, catedrático de literatura en Estados Unidos. Vemos los que nos dice en una entrevista acerca del libro:

-¿Esa idea es aquella que vos marcás en el prólogo?
-La idea del prólogo, básicamente, como te dije antes, era elaborar una panorámica de lo que se estaba produciendo entre estos escritores que nacieron entre el '70 y el '80, y desenmarcar un poco la relación fuerte que ha habido entre la literatura y el marketing. A nosotros no nos interesaba tanto ir por el lado de ver el porvenir literario, si quieres; a nosotros nos interesaba mostrarnos como un grupo. -¿Qué cosas en común tienen como tal?
-No te puedo hablar de una forma omnipresente, o de influencias que todos tengamos en común. De hecho, si algo nos une debe ser esa disgregación germinal, no solamente en cuanto a influencias sino también en que muchos de nosotros vivimos en diferentes países, ¿no?, y nuestros temas, lo que abarcamos como escritores, a veces coincide pero muchas veces no. Y básicamente eso, ¿no? Era mostrar eso. No pretender que nos manejamos con algún tipo de estereotipo. -Pero todo grupo tiene una razón de ser y una dinámica, ¿cuál es la de ustedes?
-Es un grupo bastante solidario, de internautas. Casi todos nos conocemos por Internet y decidimos todo por e-mail. Mi idea con la antología era presentarnos, recuperar un poco esa relación horizontal que siempre ha habido con el lector, sin necesidad de condicionamientos extraliterarios, sin simplificar nuestras diferencias; sin la presión de tener, por ejemplo, en los hombros a los escritores anteriores. Y sin ninguna etiqueta, ¿no? Por esa manera, era interesante para mí, simplemente presentarnos. Y si el primer paso fue hacerlo de manera gratuita era porque, si hay algo que nos mueve, es la necesidad de la alianza con el lector, que nos lean. Ésa es la meta principal: ser leídos, presentarnos, marcar un territorio propio. -Existe un quiebre también con criterios expuestos en antologías anteriores como McOndo. Pareciera haber un grado de politización más visible que en la década pasada
-Eso de alguna manera es cierto, ¿no? En un momento, en esa época que era toda la época de MTV, como algo novedoso, la idea del escritor como ciudadano del mundo, del escritor pues que tiene que decidir entre Windows o Mac, y ese tipo de cosas que estaban de alguna manera destinadas a ver a Estados Unidos como el totem supremo, el mercado adonde se tenía que llegar. Creo que en los cuentos que he presentado, hay un regreso a la temática fundamental de la violencia. Eso tiene que ver mucho con lo que vivimos ahora. Uno ve lo que está pasando en México o lo que viene pasando en Colombia, en Perú, y se ve reflejado, ¿no? Pero no podemos generalizar. Hay otros autores a los que esto no les interesa, y eso es perfectamente válido. Hay bastante heterogeneidad, pero si hay dos temas que yo creo que dominan en la antología, uno es la violencia, política y la violencia generada por el racismo, que es tan fuerte allá; y la segunda es el erotismo, ¿no?, visto sin tabúes desde diferentes puntos de vista. -Como exponente de esta generación de escritores internautas, ¿cómo juzgás las herramientas tecnológicas a la hora de hacer literatura?
-Yo creo que eso sí es una cosa que nos ha marcado, si quieres, como generación. Sí, el ochenta por ciento, o el noventa por ciento de los autores de El futuro no es nuestro, de las dos versiones, son internautas. O sea, quiero decirte que se comunican por correo electrónico, usan blogs, los leen, utilizan facebook para promocionar sus eventos, utilizan todas las herramientas que a ellos les plazcan para conectarse, ¿cómo se ha cambiado el mundo de producir literariamente? Yo soy un poco escéptico respecto del libro electrónico. Es decir, a mí, personalmente -y aquí hablo sólo por mí- a mí me encanta el libro impreso, ¿no? Me encanta el olor, me encanta tenerlo...Yo soy un poco fetichista. Ahora bien, yo sí creo que el cuento funciona mejor que la novela en Internet. Y por esa razón, el proyecto electrónico tuvo tanto éxito. Lo más interesante es que Internet ha sido en algunos casos quizás la única forma que tuvimos para leernos. Para que un autor sea leído en todos los países de América latina, por suerte, no sólo basta con publicar en España, ni con ganar un premio ¿no? Todas esas limitaciones son las que se rompen con el mundo cibernético. Eso es lo interesante, lo importante y loable. Por otro lado, no creo que con Internet vaya a acabarse la industria de producción de libros. No lo veo, ni lo quiero. Y también lo digo en el prólogo, ¿no? Esta visión un poco apocalíptica y supermoderna de que ahora todos van a tener e-book, yo no la veo realmente realista, ¿no? -Esperemos...
-Es lo que yo digo...

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