16.2.10

Esperando a Alicia


Alicia.


Mientras esperamos el nuevo filme de Tim Burton, Alicia en el país de las maravillas, me entero por en el ABC que el autor del celebrado libro, Lewis Carroll, tuvo más de un lío financiero por ayudar a los huérfanos. ¿Será verdad? Lo de líos financieros lo creo:

La cuenta bancaria del autor de «Alicia en el país de las maravillas» estuvo con frecuencia al descubierto. Lewis Carroll (1832-1898) fue tan generoso con sus donativos a una treintena de entidades que ayudaban a niños sometidos a abusos, que en ocasiones sus números rojos llegaron a ser el doble de su sueldo anual.

Este descubrimiento, al hacerse pública por primera vez su cuenta bancaria, debería enterrar de una vez por todas las sugerencias de las últimas décadas sobre la posible pederastia del escritor, afirma Jenny Woolf, autora de una nueva biografía. Ésta coincide con el próximo extreno de la película de Tim Burton y Johnny Depp basada en la popular novela.
Woolf ha logrado que Barclays haga pública la cuenta bancaria de Carroll, a lo que el banco ha accedido tratándose de alguien fallecido hace más de un siglo. El modesto clérigo anglicano y profesor de matemáticas en Christ Church, college de la Univesidad de Oxford, tenía sus ahorros en un banco local, luego adquirido por Barclays.

Revelaciones monetariasLa consulta de los archivos relativos a Charles Lutwidge Dodgson, nombre real de Carroll, ha permitido descubrir que éste hacía donativos secretos a entidades como la Sociedad para la Protección de Mujeres y Niños, dedicada a perseguir a hombres que abusaban física o sexualmente de niños. Normalmente gastaba unas 50 libras anuales a esas ayudas, cuando su sueldo como profesor era de 300 libras al año. En 1892 su descubierto llegó a ser de unas 22.000 libras (25.000 euros) en su valor de hoy. Los documentos indican que el director del banco tuvo que informarle de que futuras retiradas de dinero las tendría que hacer previo acuerdo.
Woolf, autora de «The Mistery of Carroll», descarta que esos pagos no fueran en realidad fruto de la generosidad sino del sentimiento de culpa y del deseo de derrimirse. «Alguien que fuera culpable habría querido decirle a todo el mundo acerca de sus donaciones con el fin de mostrar que no era pederasta. Él los mantuvo privados», dice.
Carroll se inspiró para su «Alicia en el país de las maravillas» en Alice Liddell, la hija de once años del deán de Christ Church college. El hecho de su relación con Alice y sus hermanas y de que Carroll fotografiara desnudos infantiles llevó a que en recientes décadas se comenzara a hablar de una posible viciosa relación del escritor con niños. Para Mark Richard, presidente de la Sociedad Lewis Carroll, la nueva biografía ayuda a corregir esa visión. «Hasta ahora no sabíamos lo generoso que era», afirma.

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