9.2.10

Hegemann, la niña prodigio


Helene Hegemann, la promesa germana.


Por estos días, y diría que por estas últimas semanas, aparece un nuevo nombre en las letras germanas. Se trata de Helene Hegemann, que, con sólo 17 años, ha alcanzado llevarse excelentes críticas por su novela Axolotl Roadkill. Allí describe el mundo de las adolescentes bisexuales, drogadictas y deprimentes de una Berlín que puede ser cualquier ciudad en el mundo. Sin embargo, ante el repentino éxito que le ha llevado este libro, ha admitido que plagió de un bloggero una página completa para su novela. ¿No es ese tipo de cosas, precisamente, lo que Helene quiere mostrar en su libro? La nota en el ABC:

Helene Hegemann, niña prodigio de la literatura alemana con tan sólo 17 años, ha admitido haber copiado del bloguero Airen «una página en total, sin haberla modificado demasiado… ni haber nombrado su origen».
La autora del repentino éxito de ventas «Axolotl Roadkill», una vívida historia de adolescentes urbanitas en el ambiente creativo de Berlín, reconoce haber actuado «de modo irreflexivo y egoísta» después de recibir una avalancha de críticas por presuntos pasajes robados de otros textos.
El blogero Deef Pirmasens había reprochado el aprovechamiento de partes de la novela de Airen «Strobo - Technoprosa aus dem Berghain» (Strobo. Prosa tecno desde el bosque) y Hegemann empieza su pliego de descargos, distribuído ayer a la prensa, por destacar a Airen como «un escritor formidable».
Su libro, recién aparecido, ha sido celebrado con admiración por la crítica alemana, con «Axolotl Roadkill» van a tener que medirse este año todas las óperas primas», escribe el Tagesspiegel y el Frankfurter Allgemeine concede que «hace mucho que no hemos visto un primer libro como éste». Para el crítico de Süddeutsche Zeitung «el libro es fenomenal, la autora es un fenómeno».

Fuentes de inspiraciónA modo de defensa, la autora argumenta su inspiración a partir de un sinnúmero de vivencias, amigos y lecturas. «He descrito la novela como una mentira y es lo que es», dice ahora Hegemann, huérfana de madre e hija de un dramaturgo del teatro Volksbühne de Berlín. «Nos acercanos a la verdad sólo a través de la mentira, todo lo que hacemos es una suma de lo que vivimos, leemos y recibimos».
La adolescente admite no «haber sido consciente del alcance jurídico» de sus inspiraciones y la gerente de su editorial (Ullstein) negocia en estos momentos un permiso postrero de la editora de «Strobo» para mantener los pasajes de «Axolotl». Hegemann pide perdón «por no haber mencionado desde el principio a todas las personas cuyos pensamientos y textos la han ayudado».
Bajo el pseudónimo de «Airen» el bloguero autor de «Strobo» narra desde hace tiempo sus vivencias en el mundo tecno de Berlín, capital donde las haya del género, infiltrado de experiencias con alucinógenos y sexo.

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